Unas bodas de Estado: Aníbal e Himilce.

Hecho histórico: Los cartagineses sienten la necesidad de establecer alianzas con los pueblos íberos, que les permita armar un gran ejército frente a Roma. En esta línea se concertaron las bodas de Himilce, hija del rey Mucro de Cástulo (actual Linares en la antigua Oretania) y la máxima autoridad cartaginesa en la península, Aníbal Barca. Estas bodas se celebraron en la primavera del 220 a.C. en la capital púnica de Iberia: Qart Hadasht.

De esta unión tuvieron un hijo: Aspar. Posteriormente al marchar Aníbal sobre Roma, Aníbal se negó a que Himilce le acompañase en la campaña. Debido a una epidemia de peste, Himilce falleció junto a su hijo Aspar en su Cástulo natal.

Hecho festivo: Cada año, Cartagena rememora en sus fiestas las bodas más importantes celebradas jamás en la ciudad. Una boda real, que la representación dota con una pátina de amor. Como en toda boda el traje de la novia es el secreto mejor guardado cada año hasta el día de la representación. Los novios son aclamados por el público que abarrota el recinto de la representación.

Posteriormente, en el Campamento, serán numerosas la parejas que sellarán su amor con una boda según el rito cartaginés.

Imagen de Iván J. Urquízar/La Opinión. En el templo de la diosa Tanit de Qart Hadasht, el Sumo Sacerdote celebra la ceremonia matrimonial de Aníbal e Himilce.