Seguimos el recorrido por el barrio de Cannaregio, para conocer la Venecia más allá de San Marcos y los canales, la Venecia real donde todavía viven sus moradores, donde encuentras mercados de frutas, floristerías o talleres de costura, y así, llegamos hasta el Palacio Pesaro Papafava, que guarda, rehabilitado como museo, el recuerdo de otro veneciano mundialmente conocido: Giacomo Girolamo Casanova, nacido en 1725.
Un personaje que a pesar de haber sido alternativamente seminarista, abad, aventurero, soldado, espadachín, agente secreto, abogado, matemático, violinista, filósofo, escritor, mecenas, tahúr o curandero, no pasa a la historia por destacar en ninguno de estos campos, sino por su leyenda como amante, seductor y lebertino.
A pesar de una pequeña placa en un callejón perdido, la calle Malipiero, donde se recuerda su nacimiento, se desconoce donde se ubicaba la vivienda familiar de los Casanova. En realidad poco importa porque Giacomo podía dormir cada noche en un lugar diferente con una dama diferente. Se sabe que se veía con sus amantes en el Caffé Florian, que entonces era un lugar discreto y tranquilo, propicio para la tertulia y los encuentros amorosos, y hoy es el más célebre y lujoso de Venecia, en el corazón de la plaza San Marco, un sitio exquisito y refinado con precios que escandalizan a quien simplemente se toma un café en barra.
Casanova murió en1798 en Praga, en la miseria y el olvido, después de haber trabajado como bibliotecario al servicio del conde de Waldstein.
Imagen propia: Palazzo Pesaro Papafava, mansión del siglo XIV, que alberga una exposición permanente de Giacomo Casanova
Que geniales las fiestas de Carthagineses y Romanos, claro así da gusto aprovechar la noche y dormir hasta tarde, como me gustaría poder ir algún día.
Que bonita la foto del Palazzo Pesaro Papafava, una mansión de lo más bonita, que envidia de vistas!
Saludos.
No te preocupes, con lo pequeños que suelen ser los teclados de los móviles, a mi también se me hace difícil escribir.
Menuda historia la de Casanova. Fue un picaflor en todas las facetas de la vida, no sólo desde un punto de vista amoroso sino también laboral. No se puede decir que no hubiera trabajado en cosas de lo más variopintas.
Me gusta mucho cómo lo has narrado y sobre todo lo del café Florian que un momento fue un sitio discreto. Igual que ahora, vamos, sin decir además lo supercaro que es. Pero eso ya se sabe. No todos los dias se toma un café en la Plaza de San Marcos de Venecia.
Un abrazo y feliz velada.
maravillas10Hoy a las 09:27
astur_82Ayer a las 23:46
angela.69Ayer a las 10:20
NaiaraDelko18/04/2024
Rocio.Chio17/04/2024
