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Escuché su voz casualmente. Era una voz ronca y cascada como las de otras personas fumadoras, pero al tiempo era una voz dulce, amorosa, que aterciopelaba las palabras y los versos a los que daba lectura.
Sería mediada la década de los 70, cuando las pantallas de televisión me descubrieron a Gloria Fuertes, una poeta, con ese casticismo propio de Lavapiés y una poesía que solo los ignorantes califican de infantil.
Y aquella voz despertó mi interés. Y me fui acercando por su obra. Esa voz empezó a transmitirme sonidos de mujer humilde, sensible, doliente. Una voz que se había convertido en portavoz de las mujeres, del pacifismo, del medio ambiente.
Escuchar aquella voz era llenarse el oído de sonidos acogedores, rimados, melodiosos, adultos, infantiles, maternales, comprometidos. La voz de Gloría Fuertes daba voz a todas las voces.
Quizá, se refería a si misma cuando escribió aquellos versos que tituló "voces":
La voz negra de la viuda,
la voz blanca de la huérfana,
la voz roja del obrero,
la voz verde de la selva,
la voz azul del amante,
la voz ronca del poeta.
Imagen de internet.
Texto: Ejercicio para Bazar de Letras de la Universidad Popular de Cartagena
RE: Nos pasa a todos, a veces deja, pero vaya...
No sé si este ejercicio que pones es de tu autoría pero sea de quien sea, que supongo que es tuyo, son unos pensamientos y unas frases preciosas. Queda retratada mejor que en la foto con la que ilustras la entrada.
Un abrazo y buenas noches.
Buenas tardes mi querido Fernan, al menos me deja comentarte porque esto va de mal en peor, enfin..... precioso lo que hoy nos dejas, un abrazo.
Joaki-007Ayer a las 21:18
maravillas10Ayer a las 21:13
larocuky11/01/2025
angela.6910/01/2025
07/01/2025