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Decirte que te amo se me queda pequeño, alguien debería inventar nuevas palabras para definir mis sentimientos de entrega, de devoción, de admiración, de necesitarte cada segundo eso siento y más, te digo que te amo, pero ya lo sabes quizás de tanto repetírtelo se desvirtúan las palabras, pero no, cada vez que te lo digo es porque mi amor por ti ha aumentado.
Quiero que lo sepas, no te amo en pasado, no te amo en presente, ni te amo en futuro es un amor sin tiempo, tampoco tiene distancias, es simplemente amor puro, cargado de ilusiones lleno de promesas que no deben cumplirse porque ya se cumplieron todas al conocerte.
Te amo como dos palabras que forman una sonrisa en tus labios, como dos cielos llenos de colores reflejados en tus ojos, como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse. Amarte en realidad es un premio, desconozco si te merezco, al menos lucho por merecerte preo es un premio, es un regalo que cualquier persona debería recibir, pero solo te tengo yo por dejarme amarte te doy las gracias y te ofrezco mil años de amor que te entrego desde el fondo de mi misma.
Las estrellas alumbran la noche y tus ojos mi vida por eso miro las estrellas todas las noches para imaginar que te puedo ver.
GRACIAS POR DEVOLVERME ALA VIDA!
HE VUELTO CON TODA LA ILUSION DEL MUNDO , QUIZAS CON MAS FUERZA QUE NUNCA, MAS RECUPERADA EN MI VIDA GRACIAS A TODOS POR ESTAR CONMIGO OS QUIERO MUCHO!!!!!
Ah ! ¡ Las hadas !, tan tiernas y graciosas,
que de niños veíamos a todas horas.
Entonces deseábamos poderlas tocar
y también lo imposible : junto a ellas volar.
Pero los años han pasado, hemos crecido,
y en adultos fríos nos hemos convertido.
Ya no vemos, ni despiertos ni en nuestros sueños,
los seres en los que creíamos de pequeños.
Y a pesar de todo, cada mañana sin faltar,
las mimosas hadas nos vienen a despertar.
El sueño cansino que alejamos de los ojos
lo guardan ellas en lindos tazones rojos.
Y sin desesperar, se sientan y esperan
a que digamos las palabras que tanto anhelan:
" ¡ Creo en las hadas ! " ¡ Dilo alto y claro !
Vamos, amiga, no tengas reparo.
Cada vez que lo pronuncies conseguirás
que sobreviva una delicada hada más.
Si dices: " ¡ No creo en las hadas ! ", en cambio,
un hada morirá sin poder remediar
MIS AMADOS AMIITOS! SIENTO MUCHO NO HABER PODIDO ENTRAR
PERO HE ESTADO UN POQUITO MAL POR LA MUERTE DE MI PADRE Y ENFERMITA TAMBIEN
DE DEPRESION ESPERO ME ENTENDAIS TODOS!
AQUI HE VUELTO DE NUEVO MUCHO MAS RECUPERADA Y FELIZ
DE TENERLOS A TODOS!
OS QUIERO MUCHO!
Va cayendo lentamente la tarde
y el sol indolente,
lanza sus débiles rayos a través
de los árboles del bosque,
dando un color rojizo a las hojas
que se mecen al compás del viento.
La noche tímidamente empieza a hacer
su aparición y el encargado de encender
las estrellas, ha empezado ya
con su cotidiano trabajo.
Toma una nube en la mano
y con ella les va sacando brillo
una por una.
Las quiere. Las mima.
Y ellas con un guiño
le agradecen su esmero.
¡Son tan coquetas!
Mientras, allá abajo,
en aquel claro del bosque,
la luna ilumina al viejo árbol
que extiende perezosamente sus ramas,
mientras abre la boca en un bostezo,
para a continuación exhalar un suspiro.
Es noche de luna llena.
Noche de ritual.
Noche de ceremonias.
Noche de hadas.
Se acerca el momento.
La noche se llena de suaves sonidos
que acarician el alma.
Todo es paz. Todo es calma.
Rumor suave de alas se oyen en el aire.
Pequeñas luces van bajando.
Distintos colores que van iluminando
el claro del bosque y toman forma humana.
La última en llegar,
la que trae el color verde,
verde como el mar.
El viejo árbol bosteza.
Paz.
Calma.
Es la noche de las hadas.
Tómese un par de corazones,
2 corazones grandes y completos.
2 corazones donde quepan la ternura,
la cólera, la alegría, el dolor, el error,
la pasión más absolutamente desmedida
y todo el desconcierto.
(Parecerá, a primera vista,
que se podría prescindir
de algunos de los ingredientes;
pero una vez que se pruebe el resultado,
se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien;
añádase a los corazones -claro está-
cualquier otra porción decisiva
de sus dueños y póngase a hervir
en su propia sangre
sobre un fuego muy lento.
Si los corazones son de primera clase
como se recomienda,
resultan francamente innecesarias
las especias, pero si se desea
puede añadirse un pizca de cerveza,
una canción o un verso
después de que la sangre esté caliente.
El tiempo de cocción es muy variable,
por eso el guiso ha de probarse
repetidas veces.
Sírvase en raciones grandes
pero diseminadas y cómase
de manera despaciosa,
lujuriosa, reflexiva e intensa.
No se requieren peculiarmente
favorables condiciones de ambiente;
al revés, este plato exquisito,
caprichoso,
cuece mejor si arde la llama
en dirección opuesta a la del viento.
Protéjase, eso sí,
de las miradas de la gente.
Si sus propósitos son otros,
sencillamente, espere:
la receta de matrimonio se publica
la semana siguiente
Aprender a recordar lo que ya sabes. Enseñar, es recordarles a los otros, que saben tanto como tú." Richard Bach
Sabemos que los humanos no somos los únicos seres que habitamos este planeta, sino que lo compartimos con otros tres reinos a saber: mineral, vegetal y animal.
También encontramos dentro de cada uno de estos reinos, claras divisiones evolutivas, como ser, animales con una inteligencia superior, como el delfín, el perro o el mono y otros con una inteligencia inferior como los reptiles.
Haymineral de distinta evolución, como ser el plomo y el diamante, y también seres humanos de diferente evolución que otro, como ser un Martin Luther King o una Madre Teresa de Calcuta y un Hitler.
A estás distintas formas de evolución se las llama ¨oleadas de vida¨. Así como convivimos con estás oleadas de vida que son conocidas por todos ¨oficialmente¨, existen también otras, con su propia escala evolutiva, conviviendo junto a nosotros, en este mismo espacio pero en otro plano, que también conocemos, pero que hemos ignorado rotundamente, a partir de cierta etapa de nuestras vidas.
Los elementales son espíritus de la naturaleza, son oleadas de vida diferentes al hombre, que cumplen su propia función , que tienen una misión claramente definida y que también forman parte activa en el Plan Divino.
Todos los elementales pertenecen al reino dévico, es decir que son Devas de la naturaleza. Ellos pertenecen al reino angélico, lo que significa que su evolución, tiene como etapa superior, el llegar a estos niveles de existencia, a diferencia del hombre, que sigue otra línea de evolución que cobra mayor trascendencia al ascender hacia planos superiores de existencia.
Debemos tener bien claro que ¨Los espíritus de la naturaleza¨ no han sido ni serán individuos de una humanidad como la nuestra; y sin embargo, la vida que en ellos mora dimana del mismo Logos Solar del que dimana la nuestra