var isMobileBrowser=false;
Porque nunca hubo caballero con semejante rocín. Ni el mismísimo Rey Atila con aquél que por donde pisaba no volvía a crecer la hierba, ni el mismísimo Cid, al que, después de muerto, lo condujo de nuevo a la batalla.
elpatio67
Mujer, 57 años
España