Una chica dentro de un coche con un libro en las manos, con un titulo que parecía de astronomía, con un par más al lado. Pero lo curioso es que la chica no leía el libro si no que parecía estar escribiéndolo.
Esta era Megumi, una chica de 16 primaveras a la que le encantaba escribir. De golpe el coche paro, ella cerro el libro y lo metió juntamente con los otros en su bolso. Cuando salió del coche, la conductora también salió y entro dentro del lujoso edificio, delante del cual había aparcado. Aquella mujer era la madrastra de Megumi, una mujer sincera y muy cordial con todos, y sobretodo con Megumi. Desgraciada mente su madre murió después de nacer ella, ya que tenia el corazón delicado, su padre se caso con la mujer que en ese mismo instante estaba hablando con la recepcionista, y para acabar de contar la desgraciada vida de Megumi, su padre había muerto 6 meses atrás, dejando a Megumi y Rika (la madrastra) solas.
Una historia realmente triste, pero ¿Que estaba haciendo Megumi hay?
Su madrastra es una gran periodista, y su trabajo le hizo que se tuviera que ir a Estados Unidos, pero solo podía ir ella sin nadie mas, por eso Megumi y Rika llegaron a la conclusión de que la chica se quedara a vivir en un bloque de apartamentos, y que se tendría que mudar de su instituto.
-Megumi, ven aquí corre- dijo Rika con su feliz sonrisa en la cara- Mira tu habitación será la numero 900, que es el ático, aquí tienes las llaves.
-Muchas gracias Rika, ¿Me podrías acabar de ayudar con la mudanza?- dijo con un hilo de voz la pobre de Megumi.
-Claro que si, vamos que así de paso te ayudo a limpiar y a ordenar la ropa- esas palabras de animo que le acababa de dar Rika a Megumi hicieron que una leve sonrisa saliera de sus labios.
-Pero no llegaras tarde, tu jefe dijo que a las 3 tenias que estar en su despacho- dijo Megumi con su siempre cara de pesimista
-Eres un desastre, si que dijo eso, pero dijo del día 30, y hoy estamos a 27- dijo mientras empezaba a reír
-¿A si?
-Si, eres una descuidona, así cualquier día te olvidas donde vives
-No hay para tanto- y siguieron así todo el rato hasta llegar al ático, Megumi abrió la puerta, y delante de ellas, un piso enorme con unas vistas increíbles, se puso delante de las dos, Megumi entró, pero Rika fue a ver a los de las mudanzas para que le subieran todas las cosas.
Realmente Megumi era el desastre mas grande del mundo, ya que se había dejado la puerta abierta, y un chico que pasaba se asomo a ver quien seria la persona que ocuparía la casa. Cuando el chico entro, vio a una joven de pelo marrón mirando por el ventanal, Megumi que era despistada pero no tonta se giro para ver quien era el entrometido, entonces vio a un chico alto de pelo negro que le tapaba un poco los ojos y eso le daba un toque muy elegante, debía de tener la misma edad que ella. Los dos se quedaron quietos mirándose a los ojos, Megumi los tenia de un tono azul de mar, y ese chico de color verde intenso.
Parece mentira pero se estuvieron mirando durante mas de 10 minutos, cuando Megumi, se dio cuenta de que cada vez su mirada era mas intensa, como si....
-Ho...ola- dijo Megumi poniéndose un mechón de pelo detrás de la oreja y apartaba la mirada de los ojos de el chico
-Hola, ¿Puedo entrar?- dijo el, si apartar su vista, mirando los ojos de Megumi
-Si, pero ya estas dentro- dijo con una leve sonrisa- A lo mejor es un poco grosero, pero ¿Quién eres?
-Lo siento soy Jun Asumi, por lo visto el vecino del lado, ¿y tu?
-Yo.... Megumi Ashibara, pero prefiero que me llamen mee - dijo mientras se ponía otro mechón de pelo en la otra oreja, pero entonces toda aquella tranquilidad se acabo cuando, Rika apareció por la puerta.
-Mee-chan, donde quieres que pongan el sofá - dijo antes de ver al chico- Hola, soy la madre de Mee-chan, y tú eres....
-El vecino
-Encantada de conocerte- dijo muy rápidamente- Volviendo a tema, ¿Donde quieres el sofá?
Megumi miro rápidamente toda la sala, y se fijo en la chimenea.
-Aquí delante de la chimenea- dijo señalando con el dedo.
-¿Y la mesa?
-En la cocina
-De acuerdo, ya han escuchado a mi hija
Cuando mee-chan se giro para ver si aun estaba el chico descubrió que ya se había ido, no se le podía hacer mas, Rika, se puso en el mando de la mudanza, y por la tarde vino el del teléfono. Todo estaba perfecto, excepto la habitación de invitados, y la que estaba al lado, que estaban llenas de cajas. Megumi se había quedado la habitación más grande, y estaba poniendo la ropa en el armario cuando su móvil sonó.
-¿Diga?
-Megumi, ¿Esta tu madre?
-Si, ¿Por que?
-Es que resulta que el avión que tenía que coger sale mañana, se lo podrías decir
-Claro que si
-Muchas gracias
-De nada
Cuando Mee-chan se lo dijo a su madre, esta se enfado, y se puso triste, pero que se le iba a hacer, le dejo todas las instrucciones de lo que tenía que hacer, le dio su uniforme para el instituto y se fue, Mee-chan se había quedado totalmente sola, fue a su habitación puso la música y salió al balcón de su habitación, se sentón y se puso a admirar toda la ciudad a oscuras, después se fue a dormir, ya no quería ni comer.
-Realmente, este es mi destino....- dijo con un hilo de voz mientras cerraba la balconada.
-No si yo lo puedo evitar....- se escucho proveniente de el único balcón que había aparte del de Megumi, donde estaba el chico que se había encontrado por la mañana.
