Mistake Number 3: Kiss
¿Cómo puede besarte en un momento tan inoportuno?
Sonó el timbre. Recogí las cosas que había tirado al suelo media hora antes, y me dirigí hacía la aula de dibujo, que era donde me tocaba. Llegue a la clase en un momento, debido a que iba casi corriendo por el pasillo. Y cuando llegue me encontré con la escena en la que me había desaparecí. Otra vez. Otra se besaban
"¿Como podía soportarla?" Me preguntaba continuamente para intentar llegar a esa verdad tan dolorosa.
Marc la quería. Aunque yo no creía que ella le quisiera de la misma forma que él. Hice una rápida busca para encontrar a Dana, pero no apareció, parecía que hubiese desaparecido, pero la verdad también era dolorosa, Dana tenía novio.
Seguro que en ese momento estaba con él en algún lado del instituto.
La profesora no tardo a llegar para abrir la puerta. Todos nos sentemos en nuestros sitios. Cuando la profe empezó a pasar lista, Dana apareció. Corriendo se sentó en su sitio. Pero, cuando la profe tenía que decir mi nombre dijo: "¿Alan García?"
¿Así que a parte de joderme tenía que tener el mismo apellido que yo?
Y era mala suerte.
La clase fue tranquila, si no contamos que la profesora hizo sentar a Alan a mi lado. Pero el horror llegó al sonar el timbre.
Al recoger las cosas, vi como Dana salia de clase, y también vi como se iba con Sonia, en lugar de esperarme.
Sople resignada y acto seguido me fui a la clase siguiente, música.
Al llegar, vi como todo el mundo esperaba, y no entraba a la clase.
"La profesora no había venido", nos dijo el profesor de Educación física, que en ese momento estaba de guardia.
Nos mandó a la sala de actos, para que estuviéramos vigilados.
Al llegar, todo el mundo empezó a hacer parejas o grupos, todos menos yo, que me senté en una esquina.
Pero no tarde a estar acompañada, ya que Alan se sentó a mi lado.
-¿Porqué te apartas de la gente?-Me pregunto con una media sonrisa burlona mientras agachaba la cabeza para poder mirarme a los ojos.
-¿Y a ti que te importa?-Le respondí de mala manera.
-Me importa mucho.
Entonces, de golpe, me entraron unas extrañas ganas de abrazarlo y de darle un beso.
Estuvimos un rato en silenció, mientras, yo saque un libro y empecé a hacer como si leyera, pero en verdad no leía, estaba demasiado nerviosa, ya que él no me dejaba de mirar.
Al cabo de un rato, sonó el timbre. Después de recogerlo todo, me acerque donde estaba él para intentar dejar las cosas claras.
-Tú ¿Se puede saber porqué no parabas de mirarme antes?- le pregunte mientras le cogía de la camisa para que se quedara quieto.
-Porque quería
-¿Y se puede saber el porque?
-¿Este es un país libre no? Pues yo hago lo que me da la gana.- dijo girándose
-Entonces yo también hago lo que me da la gana.
Y acto seguido me puse delante de él y le besé, pero lo hice en el peor momento, ya que en ese instante Marc salía por la puerta, y presenciaba el beso.
