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En fin.
Estoy aquí mientras toda esa banda de desgraciados (sí , me refiero a vosotros, los que habéis abandonado nuestra preciosa cuidad departamental) se emborrachan a ritmo de Straitjackets.
Medito sobre los orígenes de los errores de las estadísticas económicas, con la intención de no ser la más tonta de mi clase, y hacer un comentario más o menos acertado que me haga parecer un poco lista al lado de esa banda de gafotas repelentes.
musas de los escritos económicos, acudid! os invoco!
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Bitácora: los muñecos de plástico siguen ahí arriba. Han aprendido a caminar boca abajo y ahora pululan por toda la superficie del techo. Se mueven rápido, por lo que es imposible hacer un recuento exacto. Aproximadamente son una docena y media.
Me preocupan especialmente esos dos que pasan mucho tiempo apartados del grupo. Uno es azul con un rabo largo, parecido a un perro sin orejas. El otro (que tiene pinta de ser una hembra) es un ratón de orejas grandes. Es un bloque, tiene las piernas pegadas entre ellas, al igual que los brazos a lo largo del tronco. Dentro del bloque, unido a la pierna y a un brazo, tiene un trozo de queso con grandes agujeros.
El perro azul sin orejas camina sin dificultad por el techo, el ratón avanza a pequeños saltos, apoyado en su queso. Pasan la mayor parte del tiempo en una esquina, se ríen como adolescentes en celo y no se relacionan con los demás
q bonita foto y buen texto muakkkkkkk patri