Muñeco de dibujo a plumilla

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

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Sí, vale. Ya sé que es Abril, pero si tenemos en cuenta que mi última actualización es de...  vaya, Octubre (ejem, corramos un estúpido velo); bueno, pues eso, que ya ha pasado otro año y sigo por aquí. Las malas costumbres no se quitan del todo, supongo .

El año pasado ha sido curioso: medio año buscando trabajo (en total fueron 21 meses, pero hablo sólo del año pasado), consiguiéndolo por el verano, volviéndolo a buscar por el otoño, y recuperándolo en invierno. ¿Y ahora? Bueno, ahora estoy a la expectativa, pendiente de un examen con unas posibilidades, digamos, nebulosas. Pero estamos en ello, seguiremos informando.

De dibujos, más bien poco: tengo empezadas un par de cosas (no se me olvida lo de Jim Caviezel, Estela, estoy en ello), pero sin rematar. Un poco por no perder la práctica, y otro poco por dar señales de vida, hice este boceto que os presento.

El dibujo está hecho en una libreta Moleskine pequeña, del tamaño de una agenda de bolsillo (de las de papel de toda la vida, quiero decir). Tiene un buen papel para dibujar, aunque en realidad es más apropiado para lápiz o rotulador que para plumilla. Y sí, la tinta es azul. Normalmente uso tinta china para los dibujos un poco más trabajados, pero a lo largo del tiempo he adquirido algunos frascos de tinta de colores. No son muy prácticos para lo que suelo hacer, pero para bocetos vale todo. 

El modelo es un muñeco de dibujo clásico, aunque pequeño; puede que sea sólo un centímetro o dos más grande que la agenda en la que lo dibujé. Detrás de la figura está la caja de cartón en la que lo guardo. Debido a su tamaño, en vez de estar sujeto con un alambre a la peana de sujeción, la base está imantada y sus pies tienen pequeñas piezas de metal.

Y de momento, eso es todo. Estoy pendiente de acabar alguno de los dibujos (el de Person of Interest, seguro, Estela; en serio), y me estoy planteando subir alguna foto de las que hago últimamente. Aunque eso parte la costumbre que me impuse de subir sólo dibujos, pero a fin de cuentas, ¿por qué no? Siguen siendo imágenes. Nos vemos, gente.