Yendo de vuelta por el Puerto Deportivo, me encontré aparcada una Vespa; roja y brillante. Me acerqué lo justo para hacerle una foto, y vuelta. Al menos, espero que sea una Vespa, no me aproximé bastante como para ver placas o matrículas. Me parece que iré haciendo más dibujos del Puerto Deportivo en un futuro; piensan en remodelar la zona, y probablemente lo que hagan sea para peor (hay precedentes, no es paranoia; si acaso, manía), así que me gustaría tener un recuerdo de cómo es ahora, para cuando no reconozca la zona ni la madre que la parió.

Aquí hago un inciso, y me gustaría comentar algo que sucede durante el proceso de escaneado. Cuando hago dibujos de tinta o lápiz los escaneo directamente con la impresora. Cuando son acuarelas, el resultado es demasiado claro, la luz se come el dibujo; así que las fotografío, últimamente con el móvil. En ambos casos, hago los retoques de rigor para que el contraste sea lo más cercano posible al original, y que la imagen no salga torcida; siempre trato que sean lo mínimo posible. Y en ambos casos, y dado que últimamente todos los dibujos que hago son de tamaño inferior a un folio, los dibujos parecen en pantalla mayores de lo que son físicamente. Yo suelo poner en las etiquetas el tamaño, pero sin el original a mano esa percepción que yo tengo al realizar la subida no la tiene nadie más. Es una cuestión que tiene que ver mucho con mi sentido de la percepción: trato de ser fiel a la imagen, sabiendo que no lo seré al 100%, pero sabiendo igual que el resto del mundo ni lo sabe, ni probablemente le importe. Aún así, me resulta curioso.

Fin del inciso. Seguimos: no soy de sacar vehículos, tampoco soy un 'mod' (para ellos, la Vespa es un fetiche), pero hay motos y coches que tienen una estética tan propia que no puedo evitar su atractivo. De Wolkswagen, el Escarabajo y la furgoneta Transport (modelos T1 y T2, concretamente), por ejemplo. Y de Piaggio... la Vespa. Si bien ha tenido varios modelos, y su línea ha sido imitada por otros, en conjunto queda como algo reconocible a primera vista.

La scooter estaba situada en un punto entre la Colegiata y la Comandancia de Marina; a su espalda, está un espigón de la zona de Poniente, y a un lado, tiene una jardinera de fundición, de forma semiesférica y sostenida por tres bolas que hacen de patas. Al ser de noche, la luz de las farolas se mezcla, creando distintos grados de penumbra en las sombras. Reduje los detalles del suelo a un mínimo, pero respeté las sombras. El mayor trabajo fue al dibujar ese faldón frontal tan característico. El color rojo de la moto, tan vivo, fue a base de veladuras (capas) del mismo color.