“Embrujadas” (“Charmed”) debutó en televisión en 1998, un año después del nacimiento de otra serie de gran éxito y de características similares, la ya extinta “Buffy cazavampiros”. Producida por el “temible” Aaron Spelling, creador entre otras de “Sensación de vivir” y “Melrose place”, “Embrujadas” combinaba a la perfección aquellos elementos que, con los años, han devenido obligados para llegar a la mayor audiencia posible: girl power + fuerzas malvadas + culebrón.
Es una obra televisiva 100% recomendable.En los USA la oferta es tan variada y la guerra entre cadenas tan salvaje que una serie no puede permitirse el lujo de ser del montón, o es realmente buena o se la cargan sin dilación. Incluso siendo extraordinarias corren el riesgo de ser canceladas a las primeras de cambio, véase sino la suerte que corrió “Dark angel”, una mega producción de James Cameron que fue finiquitada en su segunda temporada, o ese rumor que navega por Internet donde se asegura que HBO no producirá una tercera entrega de la imprescindible “Carnivale”. Lo que intento decir, y con esto zanjamos el asunto, es que no es fruto de la casualidad que “Embrujadas” vaya por su séptima temporada y siga contando con un enorme y variado grupo de seguidores, lo que por supuesto, le presupone un largo y próspero futuro.
EL PODER DE TRES NOS LIBERARÁ.
Toda gran serie necesita entre su elenco algún nombre de peso y “Embrujadas” no es la excepción, de hecho, podríamos decir que las tres protagonistas son, además de la piedra angular, una combinación cercana a la perfección. Antes de hablar sobre cada una de ellas, hagamos un breve repaso al argumento del piloto y sepamos -en caso de que no lo sepáis ya- de qué trata exactamente.
Prue y Piper Halliwell son dos hermanas que acaban de heredar la casa de su difunta abuela, una construcción clásica ubicada en la ciudad de San Francisco. Al poco de instalarse llega por sorpresa la hermana pequeña, una oveja descarriada llamada Phoebe cuya tumultuosa
