Aquí se consideró oficialmente desde siempre el nacimiento y verdadera fuente del río Miño, pero mucha gente sabía que no era así como ya he comentado.
Fonmiñá da nombre a un pueblo cercano a esta laguna de poco más de 1000 metros cuadrados, y constituye realmente un estable y gran aporte de agua en la cabecera del Miño.
Situada en un extenso valle pantanoso más abajo del pueblo de Meira, donde confluyen varios regatos y el propio Miño que viene desde el Pedregal, unos 4 kilómetros más arriba.
La mitología popular habla de una profundidad insondable para esta charca y un carro de bueyes enterrado en su fondo e incluso un pueblo entero cuyas campanas se pueden oir de vez en cuando, pero en realidad se puede ver perfectamente el fondo a un metro aproxímadamente ya que el agua es cristalina. Eso sí , habrá arena, barro o sedimentos.
En el pasado algunas personas incluso se bañaban en esa zona . Hoy está vallada y sería poco recomendable.
Según estudios geológicos esta fuente es una surgencia, es decir, el agua caída en la sierra de Meira y parte de la que sale en el Pedregal, discurren subterráneamente hasta formar un gran lago y aflorar aquí.
La laguna desagua por dos canales. Uno pequeño que va directamente a unirse con el Miño y el otro algo mayor que mueve un Molino y se incorpora al río más abajo.
El caudal de Fonmiñá es algo menor que el que trae el Miño, pero es más estable, y puede superarlo en verano o en épocas de sequía, ya que se trata de una surgencia de una inmensa balsa de agua subterránea.