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Me sorprendo pensando en esos días, en el roce de tus delicados dedos, de cielos con colores espectaculares. Dias de lluvía contenida. Días sin nombre. De luces y sombras, de contrastes, donde el todo y la nada conviven sin más. Donde el mundo no gira y el tiempo nos dejó pasar.
Días de colores necesarios porque no se exactamente cuando los perdí; aunque sí el por qué pero no como recuperarlos. Y eso es lo que me falta.
Nietzsche dijo: " Quien tiene un "por qué" para vivir, es capaz de soportar casi cualquier "cómo". Y en ello estamos en este caluroso sábado de Febrero, buscanco la conexión entre por qué y cómo
coucher de soleil à Cavanac