var isMobileBrowser=false;
La gente vive escapándose de la lluvia, tratando de no mojarse, de no arruinarse los zapatos, de no estropearse el peinado. Pero de vez en cuando nos armamos de locura, nos abrazamos a la lucidez de ese momento y saltamos en los charcos, nos empapamos el alma, nos embriagamos en ese accidente de la naturaleza que somos nosotros mismos y es entonces cuando logramos ser felices.
Imagen de Google