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Estaba llena de palabras. Todas verdad. Todas con ganas de ser expresadas.
Una mañana, cansada de que nadie la entendiera, fue hasta el río, se quitó la ropa, abrió su piel al viento y se sentó en la ribera, transparente, dejando a la vista todas aquellas letras caóticas que le invadían por dentro. Inmenso puzzle con el que cabrían más de un millón de interpretaciones. Pero del que sólo ella conocía el orden que les daba sentido.
La gente pasaba a su lado y la observaba curiosa, sin conseguir unir ni una sola sílaba. De tal manera, que su incomprensión era cada vez más y más grande, hasta que un día apareció Él. Hilvano sus vocales a puntadas suspensivas y remendó de forma mayúscula sus consonantes.
Cuentan que los dos se hicieron uno, esfumándose entre la niebla, comiéndose a versos...quedando para siempre su alma envuelta en letras desordenadas, donde Él la encontró.
Escultura El Alma del Ebro. Zaragoza
¿Hola todo bien?
¿Podría decirme de quién es esta foto? ¿Y suya? Trabajé como editor de libros en Brasil y me gustaría saber si existe la posibilidad de comprar esta imagen.
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danielmessias@gmail.com
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