var isMobileBrowser=false;
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies
Los domingos hacíamos el amor desde que nos despertábamos hasta que nos arrinconaba el hambre, entonces bajábamos a comer lo que encontráramos en la nevera, y volvíamos a subir para seguir en lo mismo, luego dormíamos o leíamos un rato y nos abrazábamos de nuevo, a veces ella quería que bailáramos y lo hacíamos cada vez más lenta y estrechamente hasta que terminábamos de nuevo en la cama. No sé, era como si el domingo realmente fuera un día bendito.
Delirio - Laura Restrepo