¿A PAPÁ O A MAMÁ?

Es frecuente oír aquello de que las niñas quieren más a sus padres y los niños a las madres. Se defiende esta teoría con que hay una mayor complicidad y cariño entre ellos, una relación más especial... pero ¿qué hay de cierto en todo esto? Esta preferencia de los hijos por uno de los progenitores está relacionada con el apego : «Esto se debe a que el apego se va creando en la medida en que los padres responden a las necesidades que va presentando su hijo desde que nace hasta que llega a la etapa adulta . Cuanto mejor sean capaces de cubrir los padres y madres las necesidades de su hija o hija, más fuerte será la relación afectiva. El resultado será la preferencia de los niños por aquella persona con quien hayan desarrollado un apego más seguro.

Aunque  no siempre se da el caso, pero sí suele haber una identificación de género. «Si yo me siento mujer y tengo una niña, ella se identificará conmigo, me tomará como punto de referencia y se sentirá más atraída por el género opuesto, que es el padre. En cambio, si soy hombre y tengo un niño, se sentirá más identificado con su padre a la hora de desarrollar sus cualidades y formas de entender el mundo. En el caso de las hijas, esta posible preferencia por el padre podría ser la consecuencia de las creencias culturales de que la mujer es el sexo débil que debe ser protegido por los hombres. Las niñas tendrían como referente de seguridad a su padre y éste podría tener tendencia a sobreprotegerlas a ellas. En el caso de los hijos, estos podrían tener una preferencia por sus madres también por motivos culturales impuestos por la sociedad ya que en algunas familias las madres exigen menos a los niños que a las niñas, puesto que ellas son las que tradicionalmente se han encargado de las labores de la casa. En este sentido, los varones podrían querer más a sus madres porque se sienten en deuda por hacer menos tareas domésticas. Pero finalmente todas estas explicaciones no son más que unas hipótesis basadas en la probabilidad, ya que la preferencia de los hijos por el padre o la madre no sigue unas reglas preestablecidas. Este es un tema delicado y  no siempre es así, porque influye mucho quién está más presente, cubre las necesidades básicas del niño y cómo se trabaja el vínculo entre ellos

(S. Palacios)

Como hoy ha sido el día del padre, toda la celebración se ha volcado en ellos. En festejar a los presentes y en recordar a los que se han marchado. Pero mientras se es pequeño más de una vez ha surgido la terrible pregunta bastante malintencionada: A quién quieres más ¿a papá o a mamá?. A lo que siempre se respondía que a los dos iguales. Ya en la edad adulta no se establece esta pregunta desde el punto de vista de querer más a uno que a otro. Es cuestión de apego y de afinidad, por carácter o por gustos personales. Tradicionalmente siempre se ha dicho que las niñas quieren más a sus padres y los niños a sus madres y en el texto de arriba se dan varias razones con las que no estoy de acuerdo. 

En efecto, es algo comprobado que siempre hay más afinidad con uno que con otro y no es cuestión de cariño. Yo adoraba a mi madre y de hecho a la que cuidado mucho más que a mi padre, aunque sin embargo la afinidad entre ambos era impresionante, nos entendíamos sólo con mirarnos. Al final de su vida siempre me decía que yo era su cabeza y sus manos, lo recuerdo con nostalgia y con una cierta dosis de orgullo. Seguro que los que estáis leyendo esto os pasaría algo similar. Como en la foto, ¿a papá o a mamá?

Besos.