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La tristeza y la melancolía siempre han formado parte de la experiencia de ser humano, pero tendemos a devaluar y demonizar estos sentimientos. No queremos estar tristes, nos da miedo. Buscamos la felicidad constante, un eterno estado de jolgorio y diversión. Hemos llegado a considerar la tristeza pasajera un trastorno. Ese miedo a estar triste se asocia al miedo a que nos pasen cosas malas y es aprovechado por quienes nos quieren convencer de que la felicidad es un objetivo de éxito.
Pero el amplio rango de sentimientos humanos alcanza escalas de grises que no debemos simplificar en un sencillo "estoy depre" o "¡estoy de puta madre!". La gama normal de estados de ánimo que experimentamos debe incluir subidas y bajadas y es fundamental aprender a asimilar ambas. Nos decepciona mucho saber que no todo es riqueza material y satisfacción y por ello la vida en las sociedades occidentales no ha mejorado durante décadas. Es fundamental reconocer que los bajonazos son una parte normal, e incluso útil y adaptativa, de ser humano, ayudándonos a hacer frente a muchas situaciones y retos cotidianos. También los filósofos antiguos estaban convencidos de que aceptar esos estados malos de ánimo es esencial para vivir una vida plena.
(Jorge Loser)
Cuando una persona se empeña en demostrar constantemente lo feliz que es, lo que le sonríe la vida, hay que desconfiar. Nadie puede ser feliz las 24 horas el día, como tampoco estar en un permennete estado de tristeza. Ni blanco ni gro, existen los grises, y los malos momentos nos ayudan a apreciar los buenos que hemos tenido y tendremos.
Y no sólo lo dicen los psicólogos o los filósofos. Los escritores, los poetas en especial, nos han demostrado que precisamente en esos momentos de bajón, llámese tristeza o melancolía, es cuando la creatividad se dispara. Victor Hugo dijo que la melancolía es la felicidad de estar triste. Lo malo es si este estado es permanente.
Sabina le cantó a este sentimiento. Decía la letra de aquella canción “vivo en el número siete, calle melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría”. El traslado no depende de nadie, más que de nosotros mismos.
¿Melancolía al contemplar esta imagen? Puede ser.
Besos.
Esa canción de Joaquín Sabina es una maravilla, porque sugiere todo menos superficialidad. Y de ésta ya tenemos demasiada alrededor. Por cierto, creo que la foto es de Palma de Mallorca, pero no sé.
Buenas noches .
A mi no me dá melancolia , ni tristeza esta foto...me gusta .
Otra cosa seria .-igual.- estar ahi y que tuvieramos el dia "melancolico" o tristón .Esos momentos que se tienen muchas veces sin saber bien el motivo. Entonces , creo yo, hay lugares o sitios que no ayudan a "levantar el animo".
Vaya ...es mi parecer .
Tambien creo yo que nadie, puede ser feliz siempre.La vida y más tal y como está en estos momehtos, nos pasa factura cada dos por tres por cualquier cosa . Por eso, hay que aprovechar todos los momentos buenos sobre todo.
Bueno ya sabes que yo soy un enamorado de Serrat y Sabina ...
Pues si.No veas que pueblos hemos visto...sin un alma, todo destrozado, sin tiendas,sin "vida" vaya ...supongo que alguien vivirá pero es asombroso...eso si.gatos y perros por las calles , los que quieras.Y calles tan estrechas que el coche justamente pasaba , tambien .Además los pueblso sin señales ni nada de nada ...
Un abrazo.
Que sitio mas cuco
saludos
¡Hola!
Dice un viejo proverbio chino que "No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera".
En efecto los estados de ánimo son variables. Está claro que un éxito profesional, un feliz acontecimiento familiar o simplemente que gane tu equipo de fútbol, te van a elevar el ánimo y que los reveses te lo van a bajar. Pero el objetivo de la alegría es irrenunciable incluso con los ánimos bajos. Para ello debemos potenciar un concepto un tanto olvidado: la ESPERANZA.
Saludos.
No se puede estar con los ánimos al máximo siempre, tiene que existir un poco de todo. Eso sí, sin excederse en el tiempo en ninguna de las dos cosas yo creo.
El estado de ánimo ahí a tope no creo que sea bueno tenerlo en exceso y desde luego no se puede estar triste a cada momento ni permanentemente.
Incluso la alegría tiene a veces pinceladas de tristeza por el motivo que sea, pero vaya, hay que saber disfrutarla porque los bajones están a la orden del día.
Hay gente de todos modos que se regodea demasiado en sus penas y a mí eso tampoco me gusta nada... hay que ser un poco más fuerte y saber sobrellevar las cosas. El dar pena... es nunca mejor dicho, penoso.
Pues no me transmite a mí el lugar de la foto melancolía precisamente. Me parece bien bonito.
Joaki-007Hoy a las 06:14
eliocroca2Ayer a las 21:57
gkaneAyer a las 20:49
corremundosAyer a las 19:12
angela.6903/12/2024