ÁNGEL CUSTODIO

Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.

Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)

(Gabriela Mistral)

¿Quién podría describir un ángel?,
cuando ni siquiera está cercano,
es una imagen en nuestra cabeza,
un ídolo aún cansado de no ser nadie,
una ficción, una laguna, una huella,
es todo lo que quiere, menos nada.
Un ángel es lo que la muerte se lleva,
no comprende bien, más lo comprende todo,
así entre su silencio nos cuida,
calla entre las voces que no escuchamos,
eso no importa, sólo es ángel, con eso basta.

(H. Yer)

Dice el cristianismo que todos tenemos desde que nacemos un ángel custudio asignado para que vele por nosotros y nos guíe. Puede parecer un cuento para niños como en el poema de la gran Gabriela Mistral, o no tanto si pensamos, como dice el texto segundo, en una presencia indefinida, difícil de describir, una ficción, o esa voz interna que en momentos de crisis parece que nos indica qué es lo que hay que hacer. Muchas personas que se han visto envueltas en catástrofes, como en el caso de algun superviviente de las Torres Gemelas, reconocen haber sentido una presencia incalificable que les indicara qué tenían que hacer para poder salvarse. Sea lo que sea, es difícil describir a un ángel.

Iconográficamente aparecen en muchos cuadros, esculturas, grabados, adornados con sus alas y un gesto amable y protector, casi siempre jóvenes cuando no niños mofletudos. Un ángel de apariencia joven, un tanto femenina es al que encontramos en uno de los restaurantes italianos más concurridos de Sevilla que se encuentra en la calle Betis. Ahí lo tenéis en la foto. Pero si chocaba su presencia en un local de estos más el cartelito que tenía colgado de una mano que indicaba que estaba en venta. Estuve a punto de preguntarle al dueño qué significaba eso pero al final no pude. Lo dejo para mi y para vosotros en duda. Como la propia existencia de los ángeles custodios.

Besos.