BESOS DE PELÍCULA

 A lo largo de sus más de cien años de vida, la gran pantalla se ha inundado de besos románticos, apasionados, violentos, dramáticos, prohibidos. La excepcional película Cinema Paradiso recogía en su secuencia final una concatenación de besos cinematográficos que hacían sobrecoger a un Totó (Jaques Perrin) ya maduro en la butaca del cine. Con motivo del Día Internacional del Beso os dejamos un par de besos inolvidables que nos ha regalado el séptimo arte:

Después de que Escarlata O’Hara diga: “No sea estúpido, Rhett Butler. Usted sabe que siempre querré a otro hombre”, el carismático personaje encarnado por Clark Gable la coge del brazo y le dice: “Basta. ¿Me has oído, Escarlata? Basta. No vuelvas a decir eso”. El beso que va a continuación logra derretir a la inolvidable protagonista de este clásico de 1939.

https://www.youtube.com/watch?time_continue=7&v=74kz5K70iAo

Uno de los más recordados y apasionados es el que se daban Burt Lancaster y Deborah Kerr en el drama de Fred Zinnemann. La escena fue rodada en la playa de Halona Cove, en la isla hawaiana de Oahu y desató una gran polémica por su sensualidad. Primero se les ve a ambos besándose en la orilla mientras sus cuerpos son acariciados por las olas del mar. Luego ella se levanta y se tumba un poco más arriba mientras él la sigue y comienza a besarla de nuevo. “Nunca imaginé que pudiera ser así”. “Nadie me había besado nunca como tú” decía la actriz abrazada al escultural sargento Milton Wardenal al que daba vida Lancaster.

https://www.youtube.com/watch?v=6j2FnloLL8s

(A. Messeguer)

Muchas veces, sobre todo años atrás, se empleaba la expresión de "darse un beso de pelicula" cuando  era apasionado y aparatoso, mientras que en realidad, salvo excepciones, los besos del cine suelen ser de mentira. Esta expresión ha caído en desuso, pero siempre es curioso recordar aquellos besos que resultaron míticos. En este artículo hay muchos más pero he elegido sólo estos dos por lo que significaron y siguen haciéndolo. Merece la pena volver a verlos.

Como es el día internacional del beso, os invito a besaros, a vuestro estilo y deseo, con cariño, con ternura, con pasión... que cada uno haga lo que pueda. Es una actividad muy agradable y además se activan muchos de los músculos faciales que evitan las arrugas.

A quien no se lo aconsejo es al señor de la escultura de Fabre, que no sé si os dáis cuenta, pero está hecha de chinchetas. En este caso bien se pudiera decir que sus besos pinchan.

BESOS.