CARTELES Y SEÑALES

Debiera llevar todo
debieran llevar todos
una nota adherida
un aviso en el pecho
o en la frente
un cartel que dijera
soy frágil
soy efímero
ahora valórame
si crees que soy querible ámame ahora
ámame intensamente
inmensamente
sin contención
sin freno
ahora que estoy aquí
que estoy contigo quiéreme
sí porque en algún paso o tramo inesperado
a una hora no prevista de un día que desconoces
inevitablemente
justo cuando parezca que nunca he de ausentarme
me perderás.

(Saíz de Marco)

Estamos rodeados de carteles y de señales por todas partes. En las carreteras, en los trenes, en los aeropuertos, en la calle y hasta en nuestra casa. Asomarse a la terraza, si se tiene tiempo, es todo un espectáculo viendo el ir y venir de la gente, los coches, el tráfico, la gente aparcando y desaparcando. Ya se puede ver en esta foto. Señales en el suelo, girar a la derecha, ceder el paso, zonas para motos, para coches... todo eso en muy pocos metros.

Y lo mismo en la vida de los sentimientos, como dice el poeta, con un cartel pegado al pecho para que los demás supieran a qué atenerse. Y pedir a gritos que te valoren, que te quieran, en un momento de la vida, en un paso o en un tramo determinado. Pero yo prefiero la naturalidad, todo viene en su instante, cuando tiene que venir.

Besos.