CON SUS MEJORES GALAS

Amo el bronce, el cristal, las porcelanas,
las vidrieras de múltiples colores,
los tapices pintados de oro y flores
y las brillantes lunas venecianas.
Amo también las bellas castellanas,
la canción de los viejos trovadores,
los árabes corceles voladores,
las flébiles baladas alemanas;
el rico piano de marfil sonoro,
el sonido del cuerno en la espesura,
del pebetero la fragante esencia,
y el lecho de marfil, sándalo y oro,
en que deja la virgen hermosura
la ensangrentada flor de su inocencia.

(Julián del Casal)

Yo creo que en el fondo a todos nos gusta ver engalanados los edificios más representativos de nuestro entorno. Como en el poema de arriba, nos gusta el bronce, el cristal, las porcelanas, los tapices pintados de oro y flores y las brillantes lunas venecianas. Lo amamos porque cuando se hacen presentes es en las grandes ocasiones. Como en cada casa, cuando hay una cena importante, una comida a la que se invita a alguien en una situación especial, y sacamos nuestro mejor mantel, la vajilla y las copas más finas, así ocurre con la maravillosa fachada del Ayuntamiento de Salamanca en los eventos especiales, ya sean festivos o institucionales como fue el caso de ayer al estrenar nuevo alcalde.

Aquí tenemos colgando del balcón principal, los tres escudos, el de España, el de Castilla y León y el de la ciudad de Salamanca, con el toro, la encina y el puente, representando al Campo Charro. Las barras hacen alusión  al  conde Don Vela, infante de Aragón, muy relacionado con Salamanca en la época de Raimundo de Borgoña.

La fachada del Ayuntamiento siempre está bonita, pero cuando se engalana ya está irresistible...

Besos.