CULTO O INTELIGENTE

“Ser culto” y “ser inteligente” se consideran estados distintos del intelecto. Uno se refiere a la “cultura” que posee una persona y el otro tiene connotaciones un tanto más científicas, como una característica casi fisiológica que puede medirse y cuantificarse.

Así, alguien es culto por los libros que ha leído y recuerda, por la calidad de su vocabulario, por las películas que ha visto e incluso por los viajes que ha realizado. Culto es aquel que se ha cultivado, como un campo, para obtener para sí los mejores frutos de la civilización.  Una persona culta también es compasiva, empática, solidaria, amable y quizá hasta sabia. En pocas palabras, hay toda una corriente de pensamiento que ha defendido que el ser humano se vuelve tal sólo gracias a la cultura.

La inteligencia, por otro lado es una cualidad inherente al hombre como especie. Nuestra inteligencia es resultado de la evolución y, por lo mismo, todos los individuos la tienen. La inteligencia explica que seamos capaces de leer o ver una película, pero también sumar o restar cantidades, y que podamos manejar un automóvil o atrapar una pelota.

(P.Jamasurf)

Cultura e inteligencia son dos términos que a veces confundimos. Según lo que se lee aquí, la inteligencia es innata y la cultura se adquiere por distintos caminos: estudiando, leyendo o viajando. Y este acopio de conocimientos parace que además de enriquecer al ser humano, lo hace mejor.

Desde luego que el viajar es algo que da mucha cultura, por lo que se aprende comparando unas sociedades con otras y sobre todo la manera de aplicar lo ya conocido.

Por ejemplo, me ha encantado esta imagen que se encuentra en la fachada de la Catedral de Berna, al aire libre, policromada y tan perfecta. Representa la parábola de las Vírgenes necias y las prudentes. La de la foto es una de las prudentes, más guapas y arregladas que las otras, sosteniendo la lámpara con la llama encendida por si llega el esposo a última hora... para que no las pille desprevenidas.

Besos.