DECLARACIÓN DE AMOR

Te lo he dicho con el viento, 
jugueteando como animalillo en la arena 
o iracundo como órgano impetuoso; 

Te lo he dicho con el sol, 
que dora desnudos cuerpos juveniles 
y sonríe en todas las cosas inocentes; 

Te lo he dicho con las nubes, 
frentes melancólicas que sostienen el cielo, 
tristezas fugitivas; 

Te lo he dicho con las plantas, 
leves criaturas transparentes 
que se cubren de rubor repentino; 

Te lo he dicho con el agua, 
vida luminosa que vela un fondo de sombra; 
te lo he dicho con el miedo, 
te lo he dicho con la alegría, 
con el hastío, con las terribles palabras. 

Pero así no me basta: 
más allá de la vida, 
quiero decírtelo con la muerte; 
más allá del amor, 
quiero decírtelo con el olvido.

Te quiero.

(Luis Cernuda)

Hay muchas maneras de declarar tu amor al ser querido. Con palabras, con hechos, con regalos. Se puede decir, como en el poema de Cernuda, con el viento, con el sol, con las nubes, con las plantas, con el agua, o con la propia vida que se prolonga más allá de nuestra estancia en este mundo. 

Cada uno tiene su estilo y su gusto personal al respecto. Hay quien manda cartas, quien lo escribe en la acera de la puerta del o de la amado o amada, otros contratan un avión con una pancarta que sobrevuele la playa donde se está. Otros, lo escriben en unas rocas, a la orilla del mar como es el caso. Pero lo de llamarla fea a ella... no sé yo. Bueno, otros se llaman gordis entre ellos. Lo dicho, cada uno a su estilo. Pero no está mal que se diga.

Besos.