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El mar representa el destino de verano por excelencia. Así era antes de la pandemia, y así sigue siendo. Por eso, las personas que no renuncian a pasar sus vacaciones junto al mar suelen ser personas que aman las tradiciones y la tranquilidad que ofrece la repetición cada año de los mismos rituales de verano, quizás cambiando de balneario. Entre las razones de esta necesidad, a menudo a nivel inconsciente, se encuentra el hecho de que la proximidad al agua aporta numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la psique. Además, no se debe subestimar la posibilidad de estar al aire libre y los espacios exteriores ventilados. Estos hacen de los destinos costeros un lugar elegido por muchos españoles, considerando también la seguridad en cuanto al riesgo de posibles infecciones, siempre y cuando se mantengan las medidas de prevención.
«La gente que suele tener como elección principal el mar suele buscar mucha tranquilidad y frescura. El agua tiene multitud de propiedades que renuevan físicamente y eso influye en el bienestar emocional», recuerda la psicóloga.
(ABC bienestar)
Cuando llegan las vacaciones y la gente puede volver a plantearse salir surge la duda:mar o montaña, como si fueran dos cosas excluyentes. Habría que añadir también otra posibilidad, la de viajar a países exóticos o alejados de nuestras costumbres, algo que no parece la opción ideal en este año todavía. Y por supuesto, también cabe la posibilidad de quedarse en casa y organizar las vacaciones en otro plan.
Concretamente la opción del mar (más bien la playa, porque no es lo mismo) es algo que se presenta de lo más apetecible para personas que, como yo, somos de tierra adentro. De ahí el contraste. Pero curiosamente, el elegir este destinno también denota, según los psicólogos,nuestra personalidad: personas tradicionales, amantes de la tranquilidad, de estar al aire libre en contacto con el agua y todo lo que de renovación aportan al organismo y a la mente. Desde luego, contemplar escenas como la de la foto, relaja lo suyo y a juzgar por la paciencia que despliegan los pescadores, que ahí tienen sus cañas, debe ser así.
Besos.
El mar relaja mucho, pero hay personas, como yo, a quienes les gusta contemplarlo, pasear por la orilla, pero no les atrae el baño en sí (a no ser, claro, que haga un calor sofocante y todo invite al chapuzón). Yo soy más bien de montaña, y una de mis ilusiones (que no creo que se cumpla ya) sería perderme dos o tres días por el valle de Arán.
Fijate que yo prefiero un bosque bien oculto... el mar me gusta para contemplarlo pero como un bosque enorme no hay nada para mí.
Bueno, bueno..ahora me doy cuenta que ayer no pasé poor aui ..madre mia ...
Ya sé que no hay obligacion , pero vaya , me sabe mal...
Preciosa foto..
Joaki-007Hoy a las 15:40
mandarina1981Hoy a las 10:07
astur_82Hoy a las 00:05
eliocroca2Ayer a las 22:12
larocukyAyer a las 17:49