EL AMOR ENGORDA

Resulta que en el buzón de correo electrónico ha aparecido una invitación para cenar en un lujoso hotel de Madrid. Algo así como un sorteo y he resultado agraciado para ir y disfrutar de "una exclusiva cena con motivo de San Valentín" (sic). Servirán zamburiña en ceviche, trufa de steak tartare, infusión de setas y canela, ravioli de langostino, rape rojo asado sobre risotto de boletus y crujiente de mar y cordero confitado con hierbabuena. El postre es un lingote crujiente de chocolate y unas fresas. Mientras salivaba he creído leer que se regaría todo con champagne rosé. Me he puesto a aplaudir con las orejas y he pensado en el traje, la corbata nueva, los zapatos de mi 46 cumpleaños y el perfume. Pero entre todo eso he olvidado algo importante: aperitivo, entrante, pescado y carne necesitan ‘tu pareja’.

 Pero eso no existe. Lo que existe es un mail de respuesta en el que he tenido que poner algo así como que agradezco la invitación, que me maravilla que siga existiendo el 14 de febrero, que la vida me ha puesto complicada la semana y que rechazo la cena, las fresas y el lingote de chocolate. No me quedan horas. Esta noche habrá alguien sentado en esa mesa. En mi mesa. Brindarán. Se besarán después y lo que el diablo quiera. Y yo, en mi sofá, tapadito con mi manta, me pondré la tele.

(Maxim Huerta)

Pues claro que el amor no engorda. Lo que engorda es el banquetazo que se pega uno y encima para cenar con motivo de la celebración. Aquí tenemos la propuesta de Huerta que le apetece un montón, pero claro, no reúne todos los requisitos necesarios, no tiene pareja para celebrarlo. Y ante esa perspectiva prefiere quedarse tranquilito en casa. No parece ser muy partidario de San Valentín aunque se puede observar una cierta pelusa por no poder ir.

Desde luego el menú es arrebatador y seguro que además esteticamente se mete por los ojos.  Tampoco esta nada mal e que os presento: Pan de Arroz y crema tibia de farinato, Canelones de foie y manzana ácida con crema de boletus y Merluza hojaldrada “San Valentín, llegamos a las carnes y será el turno de disfrutar con un Rulo de pluma ibérica con salsa de Pedro Ximenez y patatas risoladas. Para culminar el festín, Cúpula de chocolate blanco con corazón de fresa y menta y puré de fruta de la pasión. Agua, vino, café y cava incluidos.

En la foto primera la cúpula de chocolate y en la segunda, los canelones de foie. 

Para relamerse sólo de acordarme lo bueno que estaba.

Besos.