EL BAILE DE SAN VITO

Una misteriosa y extraña epidemia comenzó en Estrasburgo en julio de 1518, hace  cinco siglos, cuando una mujer llamada Troffea comenzó a bailar en una de las calles de la ciudad… siete días después se unieron a ella treinta personas, y en el plazo de un mes el número de bailarines descontrolados se elevó hasta unos cuatrocientos vecinos. Los sermones, los bandos municipales y los escritos de Paracelso -el famoso médico del Renacimiento- han permitido reconstruir el desarrollo de aquella extraña epidemia, cuyo trágico final fue la muerte de innumerables personas.

Durante aquellas semanas de danzas infernales fallecieron en torno a quince bailarines al día por simple agotamiento físico, por derrame cerebral o por infarto. Las víctimas no podían dejar de danzar, retorciéndose de dolor, mientras suplicaban que los detuvieran. Pero cualquier intento fue en vano. Cuando agarraban a uno entre varios, el danzante se calmaba. Pero, en cuanto lo soltaban, se activaba de nuevo. Muchos de los afectados se recobraron días después, pero pensaron que seguían apestados y que solo se curarían si continuaban bailando, lo que convirtió el fenómeno en un siniestro bucle sin salida. Convencidas de haber hallado la forma de combatir el fenómeno, las autoridades de Estrasburgo construyeron un escenario en la plaza para que los danzantes pudieran desenvolverse con libertad. Pero la medida fue un fracaso. Durante semanas, los bailarines iban cayendo fulminados ante la estupefacta mirada de sus vecinos. La locura terminó de golpe a principios de septiembre de aquel año. Los que sobrevivieron a la extraña plaga dejaron de moverse.

(José Segovia)

Después de siglos y siglos padeciendo epidemias llegamos hasta el XXI con la que aún nos asola ignorando el origen. Pues he leído recientemente sobre una epidemia que tuvo lugar en el siglo XVI, tras la que murieron muchas personas, consistente en que los contagiados no podían dejar de bailar y acababan muriendo por agotamiento. Parece que las causas que no están claras pero se cree que fueron por una intoxicación d un hongo que crecía entyre el trigo y que la gente lo ingería en épocas de hambruna. Pero vaya usted a saber.

Muchas veces se ha hablado del Baile de San Vito. Cuando una persona se muestra nerviosa e inquieta, le decimos despectivamente que parece que tiene el baile de San Vito. El origen de esta expresión está en la invocación que se hacía en la Edad Media a este santo contra una grave afección nerviosa  caracterizada por movimientos involuntarios y sin propósito aparente. Puede parecer algo grotesco y surrealista pero es una patología que todavía se trata de tipo neurológico.

Todos recordamos una película de hace décadas titulada "Bailad, bailad, malditos", sobre un inhumano maratón de baile, protagonizada por Jane Fonda. Para baile el que se han marcado hoy las ramas y los tallos de las plantas con el ventarrón que hemos padecido.

Besos.