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El libro ha superado la prueba del tiempo, ha demostrado ser un corredor de fondo. Cada vez que hemos despertado del sueño de nuestras revoluciones o de la pesadilla de nuestras catástrofes humanas, el libro seguía ahí.
Por supuesto, la tecnología es deslumbrante y tiene fuerza suficiente como para destronar a las antiguas monarquías. Sin embargo, todos añoramos cosas que hemos perdido -fotos, archivos, viejos trabajos, recuerdos- por la velocidad con la que envejecen y quedan obsoletos sus productos. Primero fueron las canciones de nuestras casettes, después las películas grabadas en VHS. Dedicamos esfuerzos frustrantes a coleccionar lo que la tecnología se empeña en hacer que pase de moda: cuando apareció el DVD, nos decían que por fin habíamos resuelto para siempre nuestros problemas de archivo, pero vuelven a la carga tentándonos con nuevos discos de formato más pequño, que invariablemente requieren comprar nuevos aparatos. Lo curioso es que aún podemos leer un manuscrito pacientemente copiado hace más de diez siglos, pero ya no podemos ver una cinta de vídeo o un disquete de hace apenas algunos años, a menos que conservemos todos nuestros sucesivos ordenadores y aparatos reproductores, como un museo de la caducidad, en los trasteros de nuestras casas.
(Irene Vallejo: El infinito en un junco)
Estoy leyendo este libro que me han regalado y me apresuro a recomendarlo por lo interesante que es y lo bien escrito que está. No es una novela, es un ensayo sobre la invención de los libros en el mundo antiguo y ha recibido infinidad de premios en el año que lleva publicado.
En estas líneas Vallejo reflexiona sobre la caducidad, la obsolescencia de las novedades tecnológicas que dejan de serlo inmediatamente. A todos nos ha pasado, cuando teníamos ese video grabador donde recogíamos escenas de cumpleaños, de nuestros viajes, de momentos importantes que dejaron de utilizarse enseguida y ya no se podían visualizar. Nos preocupamos de pasarlo a DVd, formato que apenas se usa ya tampoco. Y los disquetes donde guardábamos información de los antiguos ordenadores... pasaron a mejor vida. ¿Te acuerdas?
El libro en el formato clásico, sin embargo, siempre estará allí, no caduca ni sufre eso de la obsolescencia programada y siempre estará en el templo del saber que es como se puede llamar a una Universidad. En la foto, se atisba el Paraninfo de la de Salamanca, como invitando a entrar...pasen y lean.
Besos.
Es el problema de la tecnología: su dinamismo excesivo, que desprecia el pasado, minimiza el presente y no da opción al futuro. Y no viene mal cierta dosis de tradicionalismo, de durabilidad a través del tiempo.
En el trastero tengo una buena colección de casetes y de vídeos VHS, aquellos que grababan las pelis que echaban a las 3 de la madrugada ..... En fin algún día yo no estaré y mis sobrinas los echarán al contenedor .... o los venderán por wallapop.
Siempre nos quedará el libro (espero que estos no los tiren al contenedor).
Besos.
He vuelto, sin aviso y sin permiso... La magia del libro .... una idea que se lee, pasa por el cerebro y anida en el corazón.
Bon dia .
"Pasen y lean"..que bonita despedida de tu actualización de hoy .
Y que grandes verdades he peido de ese trozo de libro y de tu reflexión .
Todas las tecnologías y redes sociales se reinventan y todo lo "antiguo" se suele perder ( mira el Fotolog de antes ...)
La música , los juegos , los aparatos que nos sirven par distraccion etc ..todo quedó atras y casi nunguno se puede utilizar o ya ,en su caso es caduco.
Pero los libros ..eso siempre queda y siempre puedes releerlo y guardarlo como un tesoro.Y cuando pasan incluso siglos , ahi están , un poco más "viejitos" pero leibles siempre .
Y gracias a Dios ,actualmente están subiendo las ventas nuevamente ...
El año se nos vá ..otro que no volverá ni volveremos a verlo esperemos que el nuevo no sea tan cruel...
Buenos dias .
Un beso.
Joaki-007Hace 45 minutos
angela.69Hace una hora
NaiaraDelkoAyer a las 23:31
astur_82Ayer a las 23:22
eliocroca2Ayer a las 22:13