EL SOL Y LA LUNA

Quizá te hayas fijado en ellos cuando paseaban por la calle o cuando se cogían de la mano en el autobús o se abrazaban a la salida del cine. O quizá los tengas más cerca de lo que crees: en tu familia o en tu grupo de amigos... Algunas parejas tienen una forma de hablarse, mirarse o escucharse que resulta admirable. Y hasta envidiable. Ambos desprenden una sensación de unidad y, aunque no haya certezas en el amor, lo que realmente les caracteriza, es que ambos tomaron una decisión. Y esa decisión es lo que les mantiene comprometidos con el cuidado de su relación de pareja, tengan los problemas que tengan, ya sea en el trabajo, con los hijos, en la familia, o por asuntos relacionados con la salud o el dinero.

Pero esto, que parece tan sencillo, en realidad supone una intensa tarea, no es algo que «salga solo», como nos intentan vender en las películas románticas. De hecho, son muchas las parejas que olvidan incluir en la ecuación amorosa palabras como «esfuerzo», «trabajo» o «atención». Así, lo que diferencia a estas uniones que parecen eternas de las otras que no lo parecen tanto es que las primeras están comprometidas para trabajar en su relación y creen que esta es su prioridad.

(ABC Bienestar)

Es decir, que el éxito de una pareja que lleva tantos años juntos no es sólo que haya amor, que también, sino que ambos hayan decidido apostar por esa relación, cuidarla y "trabajársela". Nadie dijo que fuera fácil, pero si los primeros años se consigue, con complicidad, respeto y buena voluntad todo vendrá bien después. No creo que haya una receta única ni una sola forma de perpetuar el amor, cada pareja debe inventar su fórmula. 

Aparentemente no es tarea fácil que dos personas de diferentes lugares, de educación no siempre igual y gustos distintos, coincidan en una meta común, pero si se encaja no es más que el hecho de que sol y la luna coincidan en una foto, como la que pongo hoy. Así fue hace dos días. Compartiendo espacio pero conservando sus individualidades. De aquí a las bodas de oro, no hay más que un paso.

Besos.