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Cuando experimentamos emociones como el enfado, el miedo o la tristeza aparecen sensaciones desagradables en el cuerpo. Es habitual reaccionar de un modo impulsivo, no reflexionado, en el que respondemos de manera casi automática para quitarnos esa sensación de agobio, irritación o pesar en el cuerpo.
Para poder elegir con mayor perspectiva cómo queremos responder, eligiendo el momento y la forma más adecuadas, es muy importante poder aprender a generar familiaridad y tolerancia con estas sensaciones corporales. Se vuelve imprescindible permanecer en ellas sin dejarnos llevar, manteniendo una actitud abierta y de aceptación hacia las sensaciones. Observando con curiosidad, más allá de las etiquetas que genera nuestra mente sobre las sensaciones. De lo contrario, respondemos rápido pero muy probablemente no de la manera más adecuada, dejándonos llevar por los patrones adquiridos durante nuestra vida. Si te cuidas a ti, en este sentido, también cuidas de tus relaciones y de la gente que quieres.
(Belén Colomina)
Es un hecho evidente que cuando se tienen emociones que van del enfado, a la preocupación y la tristeza, todo ello se traslada al cuerpo y se convierten en sensaciones. También se habla de somatizar que es convertir los trastornos psíquicos en síntomas orgánicos y funcionales. A todos nos pasa. Hay a quien un disgusto o una preocupación hace que le se le encoja el estómago y le duela, de hecho, más de una úlcera tiene ese origen. A otros se les pone un dolor de cabeza tremendo que no responde a nada biológico, otros se dan cuenta que de la noche a la mañana se les ha llenado la cabellera de canas sin llegar a eso tan tremendo y tan habitual ahora por desgracia como son los ataques de ansiedad.
Está claro que la separación entre cuerpo y mente no existe como tal. Es conveniente sacar las preocupaciones de dentro, porque lo que no se verbaliza se somatiza. Y que la mente no controle al cuerpo. A cuidarse toca, si nos dejan.
Besos.
Todo eso resulta perfecto en teoría, pero en la práctica es muy difícil controlar las emociones, evitando que se somaticen. Lo que nunca debería hacerse es guardarse los sentimientos adversos, porque antes o después acabarán aflorando.
Buenas noches -
A mi desde luego las preocupaciones y los disgustos me atacan al estomago lo primero.
Es malo quedarse las precupaciones para dentro pues salen luego por otro lado.
"A cuidarse toca, si nos dejan." , una gran frase que en estos momentos cae ni que pintado al menos para mi..
la foto por cierto es muy bonita , un lugar muy tranquilo ,lo que nos hace falta ,vaya ..
Un beso.
Bona nit .
Está claro que nuestro cuerpo reacciona a las emociones. Si vas a cruzar un paso de peatones y ves un coche que viene a mucha velocidad, te esperas. Es un acto que has realizado automáticamente, pues tu cerebro ha sentido miedo.
Pero ciertamente controlar las emociones no me parece tan fácil como el autor parece indicar.
Besos.
Joaki-007Hace una hora
angela.69Hoy a las 12:55
eliocroca2Ayer a las 22:05
corremundosAyer a las 21:14
larocukyAyer a las 17:09