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Conocemos como ‘empatía’ a la cualidad y/o capacidad de identificarse con los sentimientos ajenos (ya sean de alegría, tristeza o sufrimiento), poniéndose en el lugar del otro y mostrando apoyo emocional. La primera aparición en el Diccionario de la RAE fue en la edición de 1984 en la que se le daba la siguiente acepción: ‘Participación afectiva, y por lo común emotiva, de un sujeto en una realidad ajena’. A pesar de haber sido recogido por la publicación académica hace apenas cuatro décadas, el término ‘empatía’ tiene un largo recorrido histórico en su uso.
Etimológicamente proviene del griego ‘empátheia’, el cual hacía referencia a un ‘dolor intenso’, pero en el sentido de ‘sufrimiento interno’, existiendo constancia que fue usado por el médico y filósofo Galeno a inicios del siglo II a.C. En numerosos tratados médicos y científicos de la segunda mitad del siglo XIX se utilizó el modo alemán ‘Einfühlungsvermögen’ para hacer referencia a la cualidad de identificarse con los sentimientos ajenos pero fue a partir de 1909 cuando el término se popularizó, en la forma anglosajona ‘empathy’, universalizándose su uso y significado.
(Alfred López)
Mucho se habla últimamente de personas más o menos empáticas, queriendo decir si son capaces de identificarse con los sentimientos de los demás, ya sean de alegría o de tristeza. No todo el mundo tiene esa capacidad y es algo que se agradece infinitamente cuando se pasa por malos momentos. Es como un acompañamiento que hace ver que no estás solo, que tú y tus cosas les importan a otros, que esos otros lo comprenden porque han pasado por las mismas circunstancias en tiempos pasados.
Y esto cómo se consigue? A veces más que hablando consiste en ponerse en su lugar porque mostrar empatía tiene mucho más que ver con la acción que con las palabras. Cuando un amigo o un ser querido comparte algo difícil contigo, lo que más busca es alguien que le escuche. Y, si es posible, que nos aparte las ramas que nos impiden ver las cosas más claras. Tras ellas, en este caso, está la Catedral Nueva de Salamanca.
Besos.
Buenas noches .
Si hubiera mas empatia en el mundo todo iria mejor .
Cuesta muy poco estar o al menos intentarlo con alguien que esté pasando un mal momento.
Oirle , acompañarle , abrazarle y sobre todo , comprenderle .
Pero por desgracia en este mundo actual cada uno vá a su aire sin importarle los demas .Se está viendo en las ultimas noticias sobre todo .
Asesinatos terribles que ni la mente humana dá credito a esta barbarie .Me refiero a ese niño que mató a sus padres y hermano a sangre fria .
A ese niño le vás a decir que sea empatico?.
Que pena ...
Procura descansar que buena falta te hace .
Y muchos animos.
Són estas etapas duras que da la vida ,ya sabes ..etapas buenas y otras malas ...en este momento estais pasando por una de ellas.
Bona nit .
Un beso.
Muy, muy de acuerdo con lo que dices, Maravillas. Pero la relación etimológica que hace Alfred López del término "empatía" con la antigua Grecia me recuerda aquellos dos conceptos, aparentemente contradictorios pero complementarios en realidad, tan queridos por el pueblo griego y tan magistralmente reflejados en sus esculturas: el "ethos" (lo racional, el equilibrio, la serenidad) y el "pathos" (el sentimiento desbordado, la pasión desencadenada). El primero se difundió sobre todo en los estilos clásicos; el segundo, en el estilo helenístico.
Paso a dejar saludos
Espero que todo bien
Como bien dices sentir la empatía de los demás es una ayuda importante en determinados momentos.
Siento mucho esa situación familiar. Tus razones son poderosas para estar ausente del fotolog. Como señala Joaquín, una vez en casa, debes descansar.
Un fuerte abrazo
mandarina1981Hoy a las 13:22
Joaki-007Hoy a las 11:04
angela.69Hoy a las 10:18
NaiaraDelkoAyer a las 23:31
astur_82Ayer a las 23:22