Cualquiera que utilice un teléfono inteligente conoce el papel que desempeñan los iconos, las imágenes. “Una imagen”, dice el dicho popular no sin razón, “vale más que mil palabras”. Y no sólo “vale más que mil palabras”, sino que ahorra algo muy valioso: tiempo. Ahora bien, el recurso sistemático y creciente a los iconos conduce al empobrecimiento del idioma escrito y oral, lo que a la postre limita sustancialmente nuestra capacidad de pensar, de razonar, de expresarnos, de encadenar secuencias de ideas y argumentaciones. Y esto es muy perjudicial. Las palabras, ligadas en oraciones y siguiendo las reglas de la gramática han servido a los humanos para pensar de manera no primaria, para ir más allá de las expresiones que se derivan de reacciones fisiológicas como puede ser un grito de dolor, y así superar nuestra ancestral condición de primates y luchar por una existencia en condiciones superiores a las de cualquier otro animal. De manera que estaremos más indefensos si disponemos de un arsenal lingüístico reducido, empobrecido. "Me pregunto cuáles serán las consecuencias de su abrumador uso en los más jóvenes, en lo referente a capacidades de comprensión, conceptualización".
(José Manuel S. Ron)
Eso de que una imagen vale más que mil palabras no siempre es verdad. No hace falta que sean mil, con bastante menos se puede articular un relato que hace que nosotros, en un trabajo de nuestro intelecto y nuestra imaginación, veamos esa imagen. Y lo malo es que en esta época digital la imagen va ganando terreno. Y en los teléfonos móviles especialmente se tiende al ahorro de letras y no digamos nada de acentos y puntuación. Vamos a la inmediatez, a lo rápido, a terminar enseguida. Y en eso se llevan la palma los llamados emoticonos, dibujitos que expresan sentimientos que no necesitamos relatar para que nos entiendan.
Reconozco que yo, como todos, los uso, pero tampoco abuso de ellos. Me parecen graciosos y expresivos, más aún los stickers, pero no renuncio a escribir palabras, siguiendo las reglas de la gramática que no debe estra reñida con la tecnología.
Procuremos entre todos salvaguardar el idioma y las palabras, es un legado que debemos pasar de padres a hijos. Los iconos están muy bien en los globos infantiles que se dejan ver tras las ramas de los árboles.
Besos.
Bona nit .
Una foto realmente preciosa te ha quedado.Este primer plano de las ramas ,semiocultando lo demás , es una maravilla.
Bueno yo soy de los tuyos tambien ...reconozco que uso los famosos emoticones pero sin pasarme , al menos eso creo yo.
y desde luego intento escribir como si escribiera en un papel o en ordenador.Procurando no comerme letras ni hacer faltas .
Bien cierto és que , muchas veces se escribe deprisa y se come uno una letra y le das al enviar ..pero eso es otra cosa .
Lo que no me gusta nada es esos que escriben con signos y leer es un verdadero suplicio , al menos para mi-
Y es que ,por desgracias cada vez se escribe menos y se lee menos entre la juventud ..una pena .
Pues si..otra pena que la gente mayor pierda el interes por todo y yo creo que el coronavirus tiene mucha culpa..
Buenas noches .
Un beso.
Es muy cierta esa tendencia a ahorrar tiempo cuando se escriben mensajes en el móvil, pero depende de la exigencia de cada uno (a mí me resulta imposible saltarme tildes y signos de puntuación). Expresarse mediante iconos es, por otra parte, algo tan antiguo como la historia humana (recordemos los jeroglíficos egipcios, por ejemplo) y, en un término medio entre lo expresivo y lo ornamental, esa maravilla que son los caracteres cúficos y nesjíes que cubren los muros de la Alhambra. En definitiva, en esto como en todo, el comportamiento humano es cíclico.
eliocroca2Hace 13 minutos
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