EN DOS PALABRAS

Aquellos que saben comunicarse a la perfección saben qué responder ante preguntas que pueden ir de lo divino a lo humano. Pero sobre todo, si eres el jefe de una empresa, ya sea grande o pequeña, debes tener una capacidad de oratoria que ilustre la situación y los objetivos de la compañía a tus hipotéticos socios, empleados o clientes. Tan solo has de usar las palabras precisas y asertivas para resultar convincente y ágil en la conversación.

"A mi modo de ver", es una coletilla que mete de lleno al interlocutor en lo siguiente que vas a decir. Evidentemente, solo tiene éxito si justo después dices algo interesante y relevante que pueda coincidir o no con el argumentario del contrario. Además, una de las ventajas de este inicio de frase es que te dará el tiempo justo para pensar lo que quieres decir a continuación sin que el otro piense que no sabes qué decir o cómo reaccionar."Deja que te lo explique", "según lo entiendo yo","si lo ponemos en contexto"...

(A.C. y V.)

Es un hecho probado que en los tiempos que vivimos la gente reacciona más ante las palabras que ante los hechos. Mi madre siempre repite un refrán popular que está en esta misma línea: "Tal palabra te dicen, tal corazón te ponen". Viene a ser lo mismo. Los especialistas en oratoria enseñan a quienes quieren saber expresarse con éxito en público que hay una serie de coletillas o más bien muletillas que sirven para todo y son convincentes como se dice en el texto: "a mi modo de ver, según lo entiendo yo, si lo ponemos en contexto, deja que te lo explique" ... y otras muchas más. Además de elevar el nivel sirve para ganar tiempo sobre lo que se va a decir después.

Luego la segunda parte es que lo que se dice se acomode a la realidad, lo que si hacemos caso de nuestros políticos es algo más que discutible. Al final se queda todo en palabrería vacía y hueca y sonando a mentira. Lo malo es que ya estamos acostumbrados a que nos mientan y no les pasa apenas factura.

Recuerdo a un famoso torero que respondía a una pregunta diciendo: "En dos palabras, impresionante". Pues eso se puede decir del paso del río Carrión por su localidad homónima, Carrión de los Condes, una gozada para la vista. En dos palabras.

Besos.