A veces, existen hechos cotidianos que se resisten a una explicación científica sencilla. Nadie duda de su existencia; pero de ahí a tener una explicación del fenómeno hay un trecho. Y en este sentido, uno de los misterios cotidianos que tiene en vilo a varios grupos de investigación es la extraña relación que hay entre la vibración del cuerpo y el sueño. Cuando nuestro cuerpo se mece suavemente, nos quedamos dormidos. Esto sucede a cualquier edad, como demuestra la existencia de cunas para niños, hamacas para adultos, y mecedoras para ancianos. Incluso el uso del metro y los trenes, con su ligero traqueteo, es capaz de activar nuestro sueño si estamos algo cansados.
Pero, aunque sepamos este hecho, no es fácil explicar el motivo del mismo. El primero, que no todas las vibraciones sirven. El vaivén ideal es de dos agitaciones por segundo. Si el ritmo es más rápido o más lento, no parece tener ese efecto anestesiante y nos llega a despertar. Estudiar este fenómeno tiene su recompensa, ya que permitiría crear dispositivos para dormir mejor, o buscar posibles causas biológicas a algunos tipos de insomnio. Mientras llega la respuesta, solo podemos seguir meciéndonos. Si no nos dormimos primero, claro.
(Daniel Gómez)
Acunar, mecer a alguien que surte su efecto en todas las edades. Pero como todo parece ser que tiene una explicación más o menos científica el hecho de que nos adormilemos y nos quedemos fritos mientras tanto también la tiene. Mover la cunita de los niños, el coche de paseo o la hamaca típica que se cuelga de unas ramas de árbol activa el sueño pero no a cualquier precio, las vibraciones tienen que tener un ritmo determinado, si no, la cosa no funciona. Deben ser dos agitaciones por segundo. Hay quien ni por esas se duerme y otros que nada más subirse al tren o al avión, se ponen a dormir como benditos.
Como un bendito en su cuna se quedaría el Niño Jesús en el portal de Belén como en cualquiera de los nacimientos que se pondrán estos días. Tenemos una serie de ellos de distintos países y diferentes estilos y tamaños y, si os parece bien la idea, los iré poniendo de vez en cuando. El de hoy es un nacimiento típico de Cerdeña que lo compramos en la Feria de Belenes de Sevilla, el año pasado por ahora, claro está.
Besos.
Lo de que muchos se duermen nada más subir a un avión me resulta sospechoso, y tengo para mí que más de uno finge dormir para evitar el miedo al vuelo. Los Nacimientos interculturales son saladísimos, y hay quien los colecciona. Éste nuestro es poco habitual, y tan curioso como que la mula y el buey han sido suplantados por dos ovejas típicas de la ganadería sarda.
Buenas noches .
Pues es una idea fantastica esta de que nos vayas enseñando Belenes de distintos paises .Espero verlos con mucha ilusion .
Este de hoy es una auténtica monada .
Con lo justo, muy bonito.
El que me gustaria ver , ya sabes cual és...
Lo de mis dibujos ,si, era otra epoca , una etapa de mi vida que me dió por pintar esos dibujos .
De todas formas tengo uno que empecé hace como 4 meses ,pero ahi está , no lo avanzo...
Y aqui , pues igual..no creo que vayamos a comer o cenar a casa de ningun hijo ni que vengan aqui ...somos 11 , como no nos vayamaos turnando...
Lo mas sentato desde luego es quedarse en casa .
Bona nit .
Un beso.
Estupenda esa idea de mostrarnos belenes de distintos orígenes. Este de Cerdeña nos permite conocer sus trajes típicos isleños y esa construcción que probablemente responde a clásicas sardas.
Además del sueño que produce ese cierto movimiento, lo que de verdad sirve para dormir la siesta son Los grandes documentales de la 2. Aunque antes debamos ver al incombustible Jordi Hurtado.
Saludos.
Lo de la siesta con los documentales de la 2 es un clásico jaja
Pues sí, ese mecido o vaivén, nos hace adormilarnos. Yo soy durilla, la verdad, depende de la época, pero el coche, el avión y tal, sí que me dan sueñete... No simepre, pero generalmente sí. Ya no tanto, porque ya no voy tanto en coches ajenos y suelo conducir yo, pero bueno... Y si el trayecto también es más o menos largo, claro.
Pues sería una buena idea entonces un descubrimiento sobre esto, porque parece que no, pero el insomnio es algo más generalizado de que lo que parece. Y más en los tiempos que corren, que estamos todos inquietos con esta situación.
El Belén es una monada, qué cuquis las obejitas.
Yo no suelo meterme en el jaleo ese de al lado de la Catedral, ya estuve por la zona el año pasado (no viendo los belenes pero por allí) el día 6 u 8 de diciembre, y estábamos como sardinas en lata, agobiadísima de la vida... Suelo evitar la capital en estas fechas, la verdad, y este año con más razón.
Al menos la zona Centro, claro.
¡OVEJITAS CON V, POR DIOSSSSS!
astur_82Hace una hora
eliocroca2Ayer a las 22:09
Joaki-007Ayer a las 19:30
angela.69Ayer a las 11:41
violemiviAyer a las 10:51
