El mundo se está volviendo cada vez más complejo, y cuanto más perdemos la perspectiva de las cosas, mayor es la necesidad de tener nuestro entorno en orden. Esa necesidad empieza en nuestra propia cabeza. El cerebro tiende a la organización y la limpieza.El cerebro necesita librarse de lo innecesario, priorizar para predecir y así aumentar su eficacia. En esta misma línea, favorable al orden para mejorar el rendimiento, se posicionan los estudios de la psicóloga Kathleen Vohs. Sus investigaciones, concluyeron cosas tan curiosas como que «un entorno limpio y ordenado llevaba a la gente a hacer cosas buenas, como mostrarse más generosa o no implicarse en el crimen».
Recientemente, otros psicólogos han ampliado el estudio. Su objetivo: comprobar las ventajas del desorden, si es que las hubiera. Y las hay. «Los entornos desordenados animan a romper los esquemas y plantear soluciones innovadoras. Los ordenados animan a la convención y a jugar sobre seguro». El orden, según todos los estudios, contribuye a mejorar la productividad y aumentar el rendimiento. También aporta equilibrio y fomenta una mayor fuerza de voluntad. Quizá, por ello, la gente más trabajadora juzga tan negativamente a los desordenados. Ser meticuloso tiende a forjar una personalidad más responsable y madura. Pero, ojo, un escritorio ordenado en exceso habla de una personalidad poco espontánea y con escaso sentido del humor.
(Emily Brice)
Siempre se ha dicho que teniendo un entorno vital o laboral ordenado se es más feliz, todo está en su sitio, nada fuera de lugar, los espacios bien despejados. Toto eso da armonía al entorno y a jugar sobre seguro. Lo malo es que, como en todo, cuando esto se lleva al extremo y se cae en patologías, las obsesiones por el orden rayan en un trastorno obsesivo compulsivo. Y eso es tremendo para la persona y para quien conviva o sea simplemente compañero de trabajo. En el otro extremo, están los desordenados que son capaces de vivir en el caos y no lo perciben. Dicen los psicólogos que son personas brillantes e innovadoras, espontáneas y naturales, de esas que te dicen que controlan el orden de su desorden
Tengo yo una anécdota de un compañero de Facultad, catedrático ya jubilado, erudito y buena persona donde las hubiera que tenía el despacho más desordenado de la facultad. Os puedo contar una anecdota. Una vez fui yo para hacerle una consulta y me extrañó que no estuviera habiendo dejado la puerta entornada. Pero para mi sorpresa, sí que estaba. Era tan alta la torre de libros y papales en su mesa que a él no se le veía. Pura verdad.
Como siempre decimos por aquí, habrá que quedarse con un término medio, ordenado sin caer en la obsesión y controlando el posibl caos para que no nos engulla.
Besos
Es verdad: "cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa".
Buenas noches .
Pues yo soy de los ordenados sin llegar al tenerlo todo cronometrado y en linea , que los hay y muchos lo que el orden para ellos es una obsesión .
Yo soy muy ordenado, pero si llegar al desespero .
Me gusta tenerlo todo controlado, saber donde he dejado por ejemplo la cartera pues es facil saberlo ya que siempre lo dejo todo en el miesmo sitio y asi es dificil "perderlo".
Tambien es verdad que no aguanto mucho el desorden, eso de "controlar el orden dentro del desorden" no va commigo.
Siempre habia pensado o dicho que , podria inventar un nuevo trabajo.Ordenar lo que me digan . Por ejemplo tu me contratas para ordenar un cuarto que lo tienes muy desordenado,o un armario , un despacho etc.
Yo disfrutaria .
Bona nit .
Un beso. .
El mundo hace mucho que se va a la mierda, hablando mal y acabando pronto
saludos
Orden, desorden .... Yo me paso la vida ordenando mi propio desorden. o sea que debo ser un tipo bastante desordenado al que le gusta el orden. Y así lo dejo todos muy bien ordenadito .... hasta que al cabo de una semana está todo tan desordenado, que tengo que volver a ordenar.
Algo así como fregar los platos ....
Besos.
Joaki-007Hace una hora
eliocroca2Ayer a las 22:17
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