GENTE QUE NOS CAE MAL

A menudo, después de conversar un par de minutos con alguien que acabamos de conocer llegamos a la conclusión de que esa persona tiene algo que no nos gusta sin saber explicar el motivo. Pues bien, eso que llamamos primera impresión resulta tener más valor del que creemos. Cuando hablamos con alguien, sólo una pequeña parte de la información que obtenemos de esa persona procede de sus palabras.  Es decir, gestos, postura, apariencia, mirada y expresión. Todo esto hace que una persona acabe cayendo bien o mal en un primer contacto. La información no verbal de una persona nos dice muchas cosas: la manera de vestir, si es apocada, convencional, extremadamente tímida, sosa, excesivamente simpática. Por este motivo, es muy importante cuidar este aspecto a la hora de conocer a alguien.

Una primera impresión muy fuerte de desagrado o atractivo es muy difícil de borrar. Además,  las mujeres son mucho más intuitivas que los hombres y por lo tanto aciertan más con las primeras impresiones; en cambio, los hombres son más sagaces y mejores en el largo plazo. La gente que cae mal acostumbra a ser poco hábil socialmente: caen mal las personas que de buenas a primeras empiezan a contar su vida privada o sus problemas, las que cotillean o critican a terceras personas, las que sólo hablan de ellas mismas, las que son excesivamente simpáticas o bromistas, las indiscretas, las que hablan todo el rato sin dejar hacerlo a los demás, las que pretenden tener siempre la razón o las que se creen superiores al resto. Por suerte, todos estos defectos pueden corregirse.

(Elena Castells)

La de veces que nos pasa a todos esto. Conocemos a alguien y sin saber cuál es el motivo sentimos que nos cae mal. Decimos que no hay química o en plan más internacional, feeling. Vete a saber cuál es la razón. Pero parece ser que esta gente que cae mal reúne unas ciertas características comunes: son personas que empiezan a contar su vida, sus problemas, cotillean y critican y eso nos hace ponernos desconfiados hacia ellos. Luego están los que se pasan de graciosos y todo lo que es en demasía acaba desagradando y echa para atrás.

Curiosamente las mujeres acertamos más y mejor con estas primeras impresiones, y los hombres a largo plazo. Dicen que esto se puede mejorar pero no estoy yo muy segura, porque lo primero es ser conscientes del problema y no siempre nos vemos a nosotros mismos. La vida es como una escalera, que subes y bajas y a veces te cruzas con personas con las que no te quedarías nunca.

Besos.