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Por circunstancias he tenido, no hace demasiado, un topetazo con la muerte y me he sorprendido a mí misma musitando, si no todas las mañanas, sí con frecuencia, no sé a qué o a quién: «Gracias». Gracias por dejarme sentir cómo el aire entra en mis pulmones y los abandona imperceptiblemente, gracias por el sudor y el frío y el hielo y la escarcha y los arcoíris y el barro y las puestas de sol, aunque sean sólo una alucinación óptica, aunque sean mentira. Gracias por los libros y la música y las películas y la pintura y el ruido de las golondrinas y el zureo de las palomas y el ronroneo de los gatos. Gracias por los dolores de cabeza que me hacen recordar que tengo una, que soy vulnerable, que soy mortal. Gracias por esta vida a veces hermosa, a menudo terrible e inasible y ajena. Gracias por las auroras boreales aunque duren apenas unos segundos, aunque donde vivo nunca las veamos. Gracias por el vino tinto y el champagne y los zumos de manzana con limón y jengibre.
Y sobre todo, gracias por que, un buen día de primavera, una chica de Salamanca y un chico de Barcelona se encontraron en una sala de baile y ya no se alejaron nunca el uno del otro y luego, años después, me recibieron en su vida. Gracias.
(Isabel Coixet)
A veces tiene que ocurrir algo malo en nuestro entorno, para que le veamos las orejas al lobo y sepamos apreciar lo que tenemos, que es mucho y casi siempre bueno. Damos carta de normalidad al hecho de estar bien de salud, de tener lo suficiente para vivir, de tener a nuestro lado alguien que nos quiere, pero... cuando, por azares del destino , algo rompe este equilibrio nos sentimos perdidos.
Y si se supera sólo nos queda hacer lo de Coixet, ser agradecidos por lo que tenemos y disfrutar de todo a tope. Gracias por amanecer un día más a tu lado, gracias por esos momentos que compartimos, gracias por hacer proyectos juntos, programar viajes, disfrutar de una cena, de una puesta de sol. Gracias por la satifacción del trabajo bien hecho, de dejar alguien tras de mí que me recuerde, que siga su vida, gracias por su talento y su trabajo, gracias por haberla traído a este mundo y, recogiendo la última frase, gracias Sevilla por prestarnos su aroma, su belleza, sus susurros en aquella primavera que no nos parece tan lejana.
https://www.youtube.com/watch?v=3cF3QrHtTL0
Dar las gracias no cuesta tanto. ¿Verdad?
Besos.
Buenas noches-
Pues si, totalmente de acuerdo.
Tenemos que dar infinitas gracias siempre , sobre todo por seguir vivos que es mucho tal como está el mundo y asi podriamos seguir largos minutos e incluso horas .
Sé que cuando la muerte te ha rondado o la has sentido de cerca por alguna enfermedad o cosa parecida , las gracias son más que nunca .Y es la verdad.
Pero eso es como los "dias de..." todo el año tiene que ser "el dia de..." pues para dar las gracias , igualmente .
Y en plano dia a dia , tienda a tienda a tienda , calle a calle ...no nos olvidemos de siempre tambien dar las gracias ,a todo el mundo, por todo , porque como bien dices..."Dar las gracias no cuesta tanto. ¿Verdad?"...
y esta mañana , otro mundo me ha costado actualizar ...desde las 8:55 hasta casi las 9:30 ...
Besos y abrazos.
No, dar las gracias no debe costar nada. Yo lo hago con frecuencia, porque, en cierto modo, mi vida recomenzó el día 18 de mayo de 1979, y debería sentirme como si ahora tuviese 36 años. Además, lo mejor que me ha pasado ha sido después de aquel momento.
Opino lo mismo, dar las gracias no cuesta nada pero poca gente lo hace
En el estanque de los patos de Oviedo hay un chorro igual a este jajaj
saluds
¡Hola!
Hay ocasiones en las que hay poco que añadir a un texto. Y esto ocurre con esta actualización. A mi hoy solo se me ocurre escuchar aquella vieja canción de Mercedes Sosa, "Gracias a la vida":
https://www.youtube.com/watch?v=WyOJ-A5iv5I
Saludos.
No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes... se suele decir. Vi en una serie (era ficción pero bien podría extrapolar a la vida real) una chica que estaba ya medio moribunda en un hospital y que lo único que quería, era que la sacaran de allí, la llevaran a un parque y tomar el sol sentada en un banco.
Pues esas pequeñas cosas, que son tan agradables y que bueno, quizás sí valoramos pero no con la intensidad de alguien que está a punto de perderlo o ha podido perderlo por alguna razón.
Y también cuando perdemos a alguien, también pensamos eso de por qué no habré pasado más tiempo con esa persona, pero bueno, la vida es así, tampoco te puedes llevar pegado a una persona los 365 días del año.
Y sí, hay que agradecer cada día que abrimos los ojos por la mañana, y sanos, o medianamente sanos. Luego te ves por ahí gente impedida y con problemas, y piensas... qué suerte tengo, la verdad.
corremundosHace una hora
eliocroca2Ayer a las 22:04
Joaki-007Ayer a las 18:56
angela.69Ayer a las 16:09
gkane05/12/2024