HACER PLANES

Hacer planes a largo plazo es siempre una muestra de ciega confianza en el futuro: de aquí que los bancos, que claramente no confían en él, les nieguen hipotecas a los mayores de cincuenta años, a menos que sus propios hijos los avalen. Que unos chicos de veintiún años que no se han estrenado en el mercado laboral y poseen como único capital una consola Xbox estropeada sean aceptados como avaladores de hipotecas concedidas a sus padres es una prueba más, por si nos hacían falta, de la insania de unas instituciones financieras que un día, de la noche a la mañana, pasan de valer millones a no valer nada, como le ha pasado a la institución en la que tengo una hipoteca. Confieso mi absoluta ignorancia en temas de dinero y matemáticas, pero todos estos últimos vaivenes en el tinglado bancario me han llevado a hacerme varias preguntas que me están quitando el sueño. Porque, vamos a ver, si este banco que me concedió la hipoteca se vende por un euro, que viene a ser lo que cuesta una cajita de chinchetas en los chinos, será que los más de cien mil euros que yo le debo por la casa que nunca debí comprarme vendrían a ser como tres céntimos, ¿no? Bueno, seamos justos, pongámosle que son cinco céntimos. Ahora mismo podría saldar mi deuda. Podría llegar incluso a pagar dos euros y superar la oferta de esa otra institución financiera, a la que también debo dinero. Es un negocio redondo: cancelo la hipoteca, me quedo con el banco, lo dejo en manos de los trabajadores y me voy a mi casa, que ya no estará hipotecada. No entiendo cómo no se le ha ocurrido antes a nadie.

(Isabel Coixet)

El razonamiento de Coixet, no exento de humor, no deja de ser impecable. Los dineros de un banco dejan de valer mientras que a los que lo tienen en la institución les sigue figurando como que lo deben. Yo también desisto de entender estos vaivenes y estas cuentas financieras.

En el banco donde siempre acudimos a hacer nuestras humildes operaciones han hecho una reforma integral. Ha quedado estupendo, funcional, nuevecito, moderno ... pero han instalado nuevas tecnologías para derivarte a un cubículo u otro donde están los empleados de toda la vida a los que ya no se puede acceder libremente. Conclusión: Muchas personas mayores se han retirado de dicha entidad porque no entienden cómo se utiliza ahora. Plan de futuro, para que sepan manejarse en él los jóvenes nativos digitales que no tiene allí ni un céntimo... pero que son admitidos como avaladores de sus padres. Estamos locos...

Un tanto atrapados estamos, como entre barrotes de piedra...

Besos.