Los últimos años de la adolescencia resultan, probablemente, el mejor idóneo para aventurarse y experimentar, porque la vida tiende a llenarse de compromisos a medida que envejecemos y nuestro tiempo se va reduciendo a ellas. Lo escuchamos sin parar cuando parece que nos encontramos en ese momento, el momento de ser joven, pero ¿hasta cuándo pertenecemos a esa etapa? ¿Existe un límite, un margen? ¿Se produce, de verdad, la llegada a la adultez, y lo hace de inmediato? Sin embargo, hay algo entre medias bastante más difícil de expresar. Como todas las construcciones sociales, la forma en que queda establecida cada etapa de la vida tiene consecuencias reales. Sin ir más lejos, la edad determina nuestro conjunto de roles permitidos, nuestra imagen misma y, por supuesto, deposita sobre nosotros la responsabilidad de nuestras acciones. Pero incluso en los ámbitos donde debería ser más fácil definir la diferencia entre quién puede o no ser responsable de sí mismo (las leyes o el desarrollo físico), el camino a la edad adulta desafía la simplicidad.
Para Peter Jones, profesor del instituto de neurociencia epiCentre, de la Universidad de Cambridge, no podemos decir siquiera que haya una niñez y una adultez, "lo que hay es un camino".
(C. Macías)
Está claro que la vida es algo que se nos va escapando de las manos sin darnos cuenta. A medida que vamos cumpliendo años, escuchamos a mucha gente mayor que no dice que ha vivido un día más sino un día menos. Esta percepción del tiempo que pasa tan deprisa hace que la vida se articule en infancia, adolescencia, adultez (algo discutible), madurez y vejez. No son compartimentos estancos y no se puede hablar de edades concretas porque no en todas las personas ocurren en la misma época. Por ejemplo lo de la adultez es algo confuso, porque no hay que tener madurez para considerarse adulto y es algo que algunos adolescentes manifiestan antes que otros.
Pero si pasamos revista a la gente que nos rodea y a nosotros mismos vemos cómo vamos dicurriendo de una etapa a otra casi sin darnos cuenta.Ya lo dijo Murakami, «Desafortunadamente, el reloj está corriendo, las horas están pasando. El pasado aumenta, el futuro retrocede". Es decir que cuando te quieres dar cuenta tienes más pasado que futuro. Perdonad este tono melancólico y un tanto pesimista, pero es que hoy no me sale otra cosa. Unos días el paisaje está más despejado que otros, como en la foto.
Besos.
Pues sí, es verdad que la edad nos hace entrar en una especie de cuenta atrás de años, meses, días... A mí me ha ocurrido, no sé por qué, al cumplir los 70, en plena pandemia y con la sensación de que ya nada iba a ser igual que antes. Pero también reconozco que el carácter y la manera de entender la vida influyen mucho, que algunos jóvenes parecen demasiado maduros para su edad, y también que muchos ancianos siguen siendo jóvenes, incluso sin pretenderlo.
Buenas noches .
Me ha gustado eso de que "cuando te quieres dar cuenta tienes más pasado que futuro."
Es una gran verdad .
La vida pasa volando y yo creo que , cuando pierdes a un ser querido ,aún te das mas cuenta .No sé ,me parece a mi .
Te vienen a la mente muchos recuerdos y normalmente , esos recuerdos te "avisan" que la vida pasa .
Yo estos dias tambien estoy algo bajo de moral como me imagino y sé que lo estás tú.Es normal.
Y són dias dificiles a puertas de Navidda encima .
La foto es genial.
Un beso , animo y poco a poco.
Bona nit .
La verdad que si, que el tiempo pasa demasiado deprisa
saludos
Juventud, edad adulta, madurez, ancianidad ..... ciertamente la vida es un camino. Como suele leerse en viejos relojes de sol de las iglesias centenarias; "Vulnerant omnes, ultima necat", Todas hieren, la última mata ....porque aunque el mecanismo se averíe, las horas pasan inexorablemente.
Por ello hemos de recorrer aquel tramo del camino que nos resta, con el espíritu entero.
Besos.
Joaki-007Hace una hora
corremundosHoy a las 00:33
eliocroca2Ayer a las 22:01
angela.69Ayer a las 11:36
gkane05/12/2024
