HACERSE EL SIMPÁTICO

Sabías que la simpatía es una habilidad que se puede aprender? Esa persona que ves siempre sonriente y amable puede no haber sido así en su infancia pero, con el paso de los años, ha podido aprender a mostrar más cercanía social. Estaríamos hablando de habilidades sociales, que son un conjunto de capacidades que nos sirven para relacionarnos con los demás y con el mundo que nos rodea. La simpatía se puede aprender a través del desarrollo de las habilidades sociales .

Cuántas veces habremos tachado de hipócritas a aquellos que se han hecho los simpáticos cuando no va ligado a su personalidad. Sin embargo, esto no quiere decir que lo sean. Fingir la simpatía está a la orden del día, y puede darse por múltiples motivos: «En nuestra consulta siempre analizamos los pensamientos. Por ejemplo, puede ser que te muestres simpático aunque no te apetezca porque piensas que la otra persona se puede enfadar. En esta caso seguramente no expreses lo que sientes o piensas y esto puede generarte malestar. En este ejemplo concreto, ser simpáticos podría jugar en nuestra contra», comenta Laura Fuster. Otro ejemplo podría ser el de ser simpático en el trabajo cuando no tienes un buen día: «En este caso el esfuerzo puede merecer la pena porque fomentas un buen ambiente laboral y puede beneficiarte en el caso de que coincidas con tu jefe».

(Laura Fuster)

Según podemos leer en estas líneas se puede aprender a ser simpáticos (que no es lo mismo que empático) desarrollando ciertas habilidades sociales. Pero no estoy muy de acuerdo. Desde mi ignorancia en psicología, creo que se nace simpático como se nace moreno y que no hay nada peor que intentar hacérselo cuando no es el natural de cada uno. Se nota el fingimiento, queda mal y es mucho peor, en mi opinión.

No hay que confundir la simpatía con la educación y la corrección y la amabilidad. Una persona muy educada no tiene porque ser simpática si no sale de dentro, porque se volverá contra uno mismo. Hacerse el simpático queda peor porque no deja de ser un fingimiento y una mentira y produce rechazo porque se nota. SEr amable no es ser hipócrita, hacerse el simpático, sí. Cada uno es como es, no todas las hojas tienen que ser verdes.

Besos.