HIBERNAR

Lo practican muchos mamíferos, insectos y reptiles, pero... ¿Podrían también los humanos hibernar llegado el frío? Todos conocemos a alguien capaz de permanecer horas y horas durmiendo, pero por lo general concebimos el tiempo en cama como tiempo perdido, desaprovechado en la rueda de productividad en la que nuestra especie ha basado su vida y su evolución.

Sin embargo, permitir que los humanos vivan mejor y más tiempo requeriría la posibilidad de hibernar. No obstante, antes de pasar a la acción (valga la ironía), resulta necesario revisar la definición del propio término. La hibernación es una disminución de la actividad fisiológica, resultando esta última, entre otras cosas, en un descenso de la temperatura corporal, así como en una ralentización del metabolismo. Además, estos cambios pueden variar en intensidad según los períodos de hibernación y los tipos de seres vivos. Entonces, ¿qué ocurre entre las personas para que aún no la hayamos practicado? Comparar la hibernación con el sueño es "como comparar manzanas y naranjas". Además, cabe señalar que los criterios para definir el sueño se centran puramente en la actividad cerebral, mientras que la hibernación se basa, sobre todo, en el metabolismo. Por supuesto, hibernar no es solo una forma de escapar del invierno, ya que la ciencia también ha arrojado luz sobre sus beneficios antienvejecimiento. Al ralentizar el metabolismo, sinónimo de conservación, sería posible vivir más tiempo y con mejor salud. Al final, nada parece imposible.

(ACyV)

Para empezar hay que tener muy claro que no es lo mismo invernar que hibernar, palabras que se parecen mucho y que a veces acabamos confundiendo. Mientras que invernar es pasar el invierno en cierto sitio, sería lo mismo que veranear en la otra estación, hibernar es otra cosa. Hibernar es lo que hacen los osos que son capaces de pasar todo el invierno dormidos con el metabolismo casi a cero, sin gastar energía para despertar en la primavera, con el buen tiempo y volver a la vida "normal". Dice este texto que no está descartado del todo que los humanos pudieran hacerlo, pero no sé yo si se puede suprimir la necesidad de comer y beber durante tantas semanas. Parece que tendría muchas ventajas pues se retrasaría el envejecimiento, aunque sería ya con medios químicos, nada naturales, que permitieran una autoregulación de la temperatura.

Seguro que si preguntamos a muchos frioleros dirían que se apuntan al experimento, hibernar en invierno y reincoporarse a la "vida" en primavera. Manolito no creo que se apunte a hibernar aunque se trate de un osito, él nunca quiere perderse nada de lo que le rodea. Aquí está en Disneyland Paris, hace ya algunos años, y buen frío que hacía, por cierto.

Besos.