Por llevar mucho tiempo defendiendo posturas que el espíritu de mi época repudia, he meditado en muchas ocasiones sobre la conveniencia de acogerme a la disciplina del arcano, haciendo ‘reserva mental’ de determinadas cuestiones que me granjean animadversiones. He de reconocer, sin embargo, que las mayores tentaciones de hacerlo no me las ha provocado el encono de los adversarios, sino lo que alguien denominó, con jocosa amargura, ‘la desidia de los buenos’. Pues el encono de los adversarios, por implacable que sea, al menos es constante, terco, inamovible; y, por lo tanto, merece el calificativo de leal. Pero en la ‘desidia de los buenos’ hay algo mucho más desleal y desalentador, algo sórdidamente movedizo y culebreante, una fluctuación motivada por razones de pura conveniencia que según la ocasión nos brinda su aplauso o nos lanza su dardo, nos juzga “valerosos” o ‘intransigentes’ dependiendo de intereses políticos, nos encumbra o nos denigra según los gobiernos sean de uno u otro signo, o según cómo bajen las aguas del Tíber. Esta ‘desidia de los buenos’ hace temblar nuestra fe como un junco mucho más que el encono de los adversarios; y es la incitación más eficaz para acogernos a la disciplina del arcano.
(Juan Manuel de Prada)
Da mucho que pensar esta reflexión de Prada. Lo que él llama "la desidia de los buenos". Y produce un sentimento de rabia y pena a la vez. Estamos en una sociedad tan agresiva, tan violenta, y no me refiero sólo a lo físico, sino a lo verbal, a lo gestual, que mucha gente no se atreve a hacer frente, a plantar cara a situaciones que se consideran injustas por varios motivos: o miedo a las consecuencias o repudio social. Y esto último está a la orden del día sobre todo en las redes sociales. Es tan fácil echar por tierra la reputación de alguien, machacarla de manera anónima...
De ahí ese carácter reservón que cada vez tenemos más. Y me pongo la primera en la lista, reconociendo que no sólo me ocurre a mí. ¿Cobardía? no lo creo, pero sí no querer tener problemas. Y así nos va.
Dice Coelho que "siempre es más fácil escuchar una ofensa y no reaccionar que tener el coraje de enzarzarse en un combate con alguien más fuerte". Pero es totalmente humano cuando se tienen cosas que perder.
¿Subir o bajar? Quedarse parado no es posible.
Besos.
Buenas noches.
y es que hemos llegado a un grado que realmente no sé que vamos a tener que hacer.Por un lado ,claro, dá una pena enorme ver una injusticia total ,como la que me has contado de la señora mayor ,( que tremendo por Dios ...) y no actuar,no meterse con el atacante , no hacer nada , pero por otro tal como está el mundo , uno se expone y mucho a salir mal parado...y encima que igual la gente se meta contigo.
Y otra cosa ...muchas de estas acciones las estan grabando con moviles para meterlas en internet ...y nada mas faltaria que ,encima uno salga en un video de esos sin comerlo ni beberlo.
Una pena tan grande y una rabia tan grande que de verdad me incendio...
No sé ...me dá la impresion que un dia pasará algo gordo con toda esta locura. Ojala no...
Un beso .
Yo sigo con mucha tos...
(Que preciosa foto...)
Yo también soy de los que se ponen una cremallera en la boca, pero reconozco que no por evitar problemas, sino por absoluta desconexión con muchos "entes" y "entas" que pululan por ahí, en torno nuestro. Nunca me ha importado en absoluto la opinión de los demás sobre mis actos u omisiones si yo estoy seguro de haberlos hecho o no por motivos (para mí) justificados, así que a mi edad estoy completamente al cabo de la calle de ese problema. El lema "vive y deja vivir" está metido en la médula de mi osamenta, y, desde luego, no estoy dispuesto a que me lo vulnere nadie a quien supero en edad, quizá en dignidad y hasta en gobierno (personal, claro, no político).
¡Hola!
Sin duda que el tema da para un amplio debate. En esta sociedad que se auto-considera tan democrática, impera el pensamiento de los social y políticamente correcto. Y cualquier desviación de ese pensamiento es inmediatamente demonizada. Recordemos cuando se boicotea a determinados conferenciantes en las Universidades porque no son de la cuerda de esos grupos de poder juvenil y callejero. ¡¡¡NO SE LES DEJA HABLAR!!!. O sea se conculca uno de los principios más fundamentales de la democracia, la libertad de expresión.
Como bien dices hay demasiada agresividad. Tanta que nosotros mismos evitamos hablar de temas "delicados" como política, religión..... ¡como si el simple pensar distinto pudiera ser ofensivo para nuestros interlocutores!
Como digo el tema da para mucho
Buen fin de semana. Saludos.
violemiviHace 23 minutos
Joaki-007Hoy a las 07:20
astur_82Hoy a las 00:01
NaiaraDelkoAyer a las 23:38
eliocroca2Ayer a las 22:05
