LA POST-VERDAD

Justo en 2016, cuando post-verdad es elegida como palabra del año, el asunto no es baladí. Ya teníamos  la verdad intuida, lo que uno sentía como verdad sin haberlo siquiera verificado, y ahora le damos una vuelta de tuerca más en esa huida hacia adelante propiciada por los populistas de todo pelaje. Según el diccionario la definición de post-verdad es "relativo a o denotando circunstancias en las que hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal". En castellano antiguo podría decirse que es tragarse con gusto ruedas de molino. Ya no es real lo que es real, sino lo que nos gusta creer.

En ese nuevo y aterrador entorno, ¿cómo extrañarse de que en Facebook se vuelvan virales, como ahora se dice, supuestas noticias según las cuales, por ejemplo, Hillary Clinton vendió armas al ISIS o el Papa Francisco respaldó a Donald Trump? La falsificación de noticias se ha convertido en una auténtica industria.

Y que, además, controlar toda la posible diseminación de falsedades en plan automático, a base de algoritmos, sería poco discriminatorio, como matar moscas a cañonazos.

(Víctor de la Serna)

Muy difícil, por no decir imposible, controlar lo que se escribe en las redes sociales y que muchas veces nos limitamos a copiar o retuitear. Y es que una mentira repetida por muchos acaba sin darnos cuenta alcanzando el estatus de verdad. Y sobre todo, por lo que dicen estas líneas, que lo real es lo que nos gusta creer. 

Cuando una falsedad se desliza en un periódico aunque sea digital, siempre hay alguien que la firma y en última instancia la publicación es la responsable. Pero en el otro caso, no lo es nadie, es simplemente... post-verdad.

Pero eso no es nuevo. Ha existido siempre pero no era tan "viral" como ahora. Hoy me enterado por casualidad de que el signo del pulgar hacia arriba de los emperadores romanos en el circo que siempre hemos interpretado como positivo, como perdonar la vida, es al revés y que el pulgar hacia abajo no es lo negativo sino lo bueno. El signo hacia arriba significaba desenvainar la espada y hacia abajo envainarla. Así que todo al revés. Esto viene del siglo XIX cuando apareció esta escena así en un cuadro. El que lo pintó se equivocó y apartir de ahi, todos lo seguimos.

http://historiasdelahistoria.com/20[....]o-del-siglo-xix-todavia-se-paga-hoy

Un ejemplo claro de post-verdad. El símbolo del sol en la bóveda de esta capilla de Suiza está mucho más claro.

Besos.