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Existe un mito falso que se reproduce en todo tipo de situaciones, escenas de la vida cotidiana, artículos y anuncios publicitarios: la famosa regla de que tan solo hacen falta 21 días para dejar un hábito (en este caso malo, si no no nos veríamos forzarlo a dejarlo) por uno bueno. ¿Fácil, no? Tan sencillo como mantener una costumbre durante menos de un mes. Al contrario de la creencia popular que pondera que existe una especie de 'número mágico' de días para desarrollar un hábito, descubrimos que normalmente se tardan meses en coger la costumbre de ir al gimnasio o varias semanas en lavarse las manos continuamente en el hospital. Por tanto, malas noticias para aquellos que pensaban que podían deshacerse de un mal hábito en tan solo 21 días: aunque no lo quieras, volverá si no perseveras un poco más. Evidentemente, hay un montón de factores psicosociales detrás de cada una de las cosas que hacemos, por lo que depende mucho de otros elementos que apenas tendemos a valorar o ver a simple vista. Y los más difíciles de erradicar son aquellos que son muy simples, como llevarte un cigarrillo a la boca o beber alcohol; mientras que los más difíciles de instaurar son los más complejos (acudir a tu cita con el gimnasio un número notable de días o mantenerte a dieta y lidiar con el hambre).
Por tanto para adquirir un nuevo hábito no necesitas 21 días ni mucho menos, sino más tiempo, y que depende en último término de la personalidad de la persona en cuestión, así del tiempo y del esfuerzo que le requieren afrontar el reto. Para la mayoría de los mortales, un nuevo hábito se adquiere con mucha paciencia y dedicación, pero sobre todo si tienes una buena fuente de motivación.
(ACyV)
Ya se sabe que el hombre es un animal de costumbres y de hábitos y que una vez que tenemos uno asentado en nuestro día a día, ya sea bueno o malo cuesta mucho sacudírselo. Especialmente el malo que por eso nos queremos librar de ello. La verdad es que los hábitos que tenemos lo son todo y aunque no lo creas, definen gran parte de lo que sale bien o mal en nuestra vida. Son importantes ya nuestro comportamiento diario se basa en el hábito. Casi todo lo que hacemos todos los días, es simplemente hábito.
Lo de la cifra mágica de los 21 días, lo pongo en duda. Dependiendo del hábito que se quiera dejar atrás no es tan fácil como parece. Preguntemos, hablando de uno pernicioso, a los fumadores cuánto han tardado en abandonar el tabaco a pesar de la voluntad que se le ponga o a alguien que es consciente de que debe cuidarse más, ir al gimnasio, hacer dieta, el tiempo que les ha costado decidirse. Lo malo y eso es algo que no se dice en el texto es que no siempre se persevera y a veces se recae. Y es que el poder no está en los hábitos sino en cuánto tiempo se mantienen estos. Pero, ojo, como dijo alguien “Todo vicio es un hábito pero no todo hábito es vicio. El buen hábito es rutina y disciplina.” SE trata de encajar pues todas las piuezas como si fueran las de un mosaico de una casa romana, como vimos en Itálica.
Besos.
Es que la fuerza de voluntad no suele ser precisamente un hábito para la mayor parte de los mortales, y, además, me temo que cuando alguien se plantea dejar algo atrás, el esfuerzo, incluso la renuncia que conlleva, cuenta mucho más que el beneficio que se pretende obtener.
Bona nit .
Bonita foto.
Yo creo que la gente mayor, los que estamos jubilados ya , tenemos más habitos que nadie .No sé , eso creo yo.
Hombre si viajas mucho pues quizas no , pero fijate nosotros que hace ya unos años que por una cosa o por otra , no viajamos practicamente nada .
Es pasar el dia , los dias, con los habitos normales de cada dia .Habitos ni malos ni buenos .
Porque ir a andar un poco , ir a comprar, levantarse pronto, y nosotros ,por ejemplo , el habito de actualizar lo tenemos bien presente , porque no deja de ser un hábito...
Y el el hábito de la lectura, tan recomendable y saludable ?
Y el de ver una pelicula cada dia ?( nosotros lo hacemos ) .
Resumiendo ,hay habitos buenos y otros malos ,no es de todas formas nada nuevo lo que digo.
Buenas noches .
Un beso.
¿21 días y 21 noches?. Eso es una tontería. Que se lo digan a quienes quieren dejarse el tabaco (por ejemplo).
Ya regresado del viaje. A ver si poco a poco voy cogiendo el ritmo de mis hábitos cotidianos.
Besos.
Cuando se hace dieta no se pasa hambre, ese es otro mito. Por ponerte un ejemplo, una amiga mía estuvo de dieta puesta por un dietista hace unos años, y "desayunaba" tres veces. Perdió 11 kilos... así que, de hambre nada. Las dietas lo que hacen es hacerte algunas recomendaciones para comer de una manera más ordenada, el cómo combinar los alimentos, etc. Las otras dietas, no son dietas, son un castigo y no sirven para nada normalmente.
Yo aquí quería adquirir la costumbre de salir a andar por la playa y tal, y aún no lo he hecho, y llego ya mes y medio. Entre una cosa y otra... y mira que en el trabajo no tengo un horario amplio, vamos, que me deja mucho tiempo libre. Pero entre la casa, la compra, y que si tal y cual, no sé, se me pasan los días volando y cuando me quiero dar cuenta no he hecho nada. Será que me tengo que organizar mejor.
Hay cosas tenemos tan integradas en nuestras vidas, que son difíciles de dejarlas, ya sean las buenas o las malas.
Joaki-007Hoy a las 15:46
eliocroca2Ayer a las 22:14
larocukyAyer a las 16:45
angela.69Ayer a las 14:08
corremundosAyer a las 13:02