«Hay una pequeña tienda en el Madrid viejo en la que de vez en cuando compro una pequeña semiesfera de cristal, de ésas que al agitarlas producen un efecto de nieve, que tiene en su interior un iceberg y un Titanic a medio hundirse. Suelo regalárselo a los amigos a quienes la vida coloca en situaciones de privilegio, o de éxito. A los que viven un momento dulce personal o profesional. Era un prodigio de la técnica moderna, digo al entregarlo. Era un buque insumergible, o las 2.228 personas embarcadas en él creían que lo era. Y creer eso, a bordo de un monstruo de acero de 45.000 toneladas lanzado a 22 nudos de velocidad por un mar lleno de icebergs, costó la vida de 1.513 pasajeros. Ocurrió hace 108 años, pero el principio básico sigue siendo el mismo. Acuérdate de eso por muy bien que te vayan las cosas, o en especial cuando vayan bien las cosas. Ten presente, siempre, que cuando un general romano obtenía una gran victoria y desfilaba en triunfo por la capital, en la cuadriga, tras él, iba un esclavo público que sostenía sobre su cabeza una corona de oro, repitiéndole una y otra vez al oído: "Recuerda que sólo eres un hombre". Recuerda que eres mortal».
(A. Pérez- Reverte)
Esta corta frase, "memento mori", en latín, que quiere decir "recuerda que eres mortal, es lo que se le decía en Roma a los victoriosos cuando estaban en la cumbre del éxito, como muy bien nos cuenta Pérez- Reverte. En esos momentos hay que ser conscientes de que todo puede cambiar de la noche a la mañana y que hay que disfrutar de ese momento de felicidad, saber apreciarlo pero no endiosarse ni perder la perspectiva.
Pone el ejemplo del Titanic, como el mayor prodigio de la técnica en su época, que se hundió en su primer viaje. Nadie lo hubiera predicho. En cambio los modestos barquitos de mi foto, sin tanto lujo ni tecnología, se mantienen a flote sin problema.
Somos más frágiles de lo que creemos y un soplo de viento o un pequeño bichito nos deja a todos confinados, enfermos o arruinados. Y nos quedamos sin saber de dónde vino. Desconcertados. Somos sólo humanos pero seguro que vamos a mantenernos a flote. Faltaría más.
Besos.
Claro que saldremos a flote, como Molly Brown, la del Titanic, pero nos costará lo nuestro; así que no sabe uno si decir "un día menos" o "un día más".
Hubiéramos necesitado de ese esclavo que nos recordara ese "memento mori". Nos creímos invencibles. Nuestra tecnología y nuestra ciencia están por encima de todas las leyes de la naturaleza. Las epidemias ya eran cosa del pasado o de zonas del planeta poco desarrolladas ..... Pero como dijo Tácito "Solitudinem fecerunt, pacem appellarunt"
(Crearon un desierto, lo llamaron paz). Era una paz falsa. Las aguas buscan su auténtico cauce y nos despertamos inmersos en una situación de pesadilla de la que no sabemos ni cuando ni como podremos salir y cuántos muertos dejaremos en el camino.
"Carthago delenda est". Los imperios también caen.
Saludos.
Tienes comentarios míos en los días 29, 30 y 31 de marzo. ¡Buenos días!
Eso del memento mori es lo que he pensado cuando he visto lo que está pasando en Ecuador con lo del coronavirus. Me he quedado traumatizada viendo las imágenes de Guayaquil... así que nosotros tampoco estamos tan mal. A ver si el virus sigue lejos de nosotros y a ver si se va de una maldita vez...
Ánimo con la cuarentena. Supongo que aquí también nos la prolongarán... nos dirán la semana que viene.
Besos.
Estaba claro que la carentena no iba a durar 15 días, yo eso es algo que lo daba por hecho, la verdad. Y tengo bastante claro que mínimo hasta mediados de mayo no hay nada que hacer. Además, hay que tener cuidado una vez que nos abran las puertas de no volver a extender el virus. Mira en China. Acabaron con el confinamiento, y ahora vuelven a tener casos cuando pensaban que ya estaba solucionado. Así que... una vez que salgamos a la calle, al menos al principio, hay que andarse con pies de plomo para que no haya una recaída.
La historia del Titanic es una de las historias que más me han fascinado durante toda mi vida. Desde luego no es el único barco que se hundió pero es el que más ha pasado a la posteridad precisamente por ese hecho tan fatídico.
Llevo escuchando toda mi vida una frase a mi padre que viene que ni pintada con tu texto de hoy. Siempre ha dicho "que para morir o enfermarse, el único requisito que hace falta es estar vivo".
El cuerpo humano es muy sabio pues en general es capaz de combatir muchas cosas y nos avisa siempre que hay alguna anomalía por la que debemos preocuparnos, pero por otro lado también es muy frágil. Parece una contraposición, pero es cierta.
Joaki-007Hace una hora
angela.69Hoy a las 11:41
violemiviHoy a las 10:51
astur_82Hoy a las 00:01
NaiaraDelkoAyer a las 23:38
