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Desde ese día, o probablemente desde antes, me convertí en una miedosa irremediable. Mientras otros coleccionan carros, postales o imanes coloridos de ciudades visitadas que adornan la nevera, yo crecí coleccionando miedos: al vómito, a cruzar la calle, a las alturas, a los aviones, a que me dé ébola, a la mediocridad, a que me rompan el corazón.
Mi pequeña colección personal de temores me ha convertido muchas veces en una lisiada, atrapada en una cárcel propia, incapaz de moverme o lanzarme a perseguir aquello que ferozmente deseo. Pero paradójicamente, mis miedos han hecho de mí una enérgica beligerante del terror, alguien para quien las pequeñas victorias significan todo. Hoy crucé la calle, el año pasado sobreviví a diecisiete vuelos e ingerí altas cantidades de ceviche de playa sin temor alguno a vomitar.
Aunque muchas veces esta batalla campal conmigo misma resulte extenuante, llegué a la conclusión de que la suma de todos mis miedos, y mi miedo a todos eso miedos, puede ser tan paralizante, como revolucionaria.
(Amalia Andrade)
Aquí tenemos un maravilloso ejemplo de cómo vencer a esos miedos que a todos nos persiguen y nos atenazan de vez en cuando. Y una prueba de que se puede sacar fuerza de flaqueza o hacer de la necesidad virtud.
Amalia Andrade, una estupenda viñetista y escritora colombiana enumera sus miedos, que son muchos y variados, y ella misma se autoconvence de que durante los últimos meses ha sobrevivido a todas esas circunstamcias temibles y que paradójicamente, esas fobias, que antes eran paralizantes, ahora la han hecho revolucionaria. Porque no hay peor cosa que tener miedo al miedo.
Hay quien tiene miedo hasta de su propia sombra. No sabemos si la mujer de la escultura de Valeriano Hernández, lo tendría si pudiera girarse y mirar hacia atrás. Moraleja: No mires hacia atrás, solo hacia adelante y con energía renovada cada día.
https://www.youtube.com/watch?v=0VLyvhwTpLM
Besos
Buenas noches .
Yo de mi sombra no tengo miedo, pero si , y cada vez más a los aviones y a los ascensores.Aunque lo de los ascensores es mas bien angustia , de pensar que pueda pararse y me quede atrapado alli dentro.
Es curioso esto del miedo o del pánico, porque , si lo pienso bien , un ascensor no es un avión que puede en un momento dado ( muy dificil, lo sé) caerse o tener un accidente.
Un ascensor se puede para pero al poco rato seguro que te "rescatan" y no pasa nada .
Sin embargo solo pensarlo , ya tengo miedo...
Y ojo ...¿sabes que me dá , no miedo, lo siguiente ( como dicen ahora) ? las cucarachas y los ratones .¡¡Pero si no hacen nada ¡¡¡, es igual me dán miedo.
Besos ¡¡
¿Y quién no tiene miedo a algo? Creo yo que es consustancial al ser humano, pero lo importante es vencerlo, porque tenerlo no depende de nosotros.
Yo tengo miedo a los aviones, serpientes (y cualquier animal parecido asi como avispas y demas) y tambien a las tormentas que me dan pánico
saludos
Pues yo me apunto a la fobia de las cucarachas como Joaquín, pero más que miedo, porque miedo no me dan (aunque deberíamos, porque más cerdas que las cucarachas no las hay y dicen que transmiten muchas infecciones), más bien me dan asco, repugnancia. UN HORROR vaya, y también las babosas jaja aunque esas como son más lentitas pues se las esquiva más fácil.
Juraría que ya conté algo de esto hace poco por una actualización algo relacionada también que pusiste.
Algo claustrofóbica también soy, pero sobretodo es el vértigo lo que me paraliza más. No me gustan nada pero nada de nada las alturas. OJO, nada que ver con los aviones, ir en avión no me importa, porque no causa sensación de vértigo realmente.
Pero a la Torre Eiffel por ejemplo, no subiría ni muerta xD Y mira que es una pena, porque seguramente habrá unas vistas maravillosas... peeero, eso es lo que hay xD
violemiviHace 38 minutos
angela.69Hoy a las 09:30
Joaki-007Hoy a las 06:14
eliocroca2Ayer a las 21:57
gkaneAyer a las 20:49