MIRANDO AL TECHO

De espaldas sobre la cama
te dibujaba en el techo,
que no te tocara el aire
los aromas ni los vientos.
te dibujaba pensando
cada forma de tu cuerpo.
en cada una soñaba
recorrerte con mis besos.
Así me pasé la noche
iba yendo y viniendo,
de espaldas sobre la cama
te dibujaba en el techo.

(J. Peláez)

Cuántas veces al acostarnos, antes de apagar la luz, nuestra mirada se va al techo de la habitación, no para observar nada de particular, porque poca diferencia se puede ver de un día para otro, sino como recopilando las vivencias del día, lo que hemos hecho, cómo se nos ha dado el trabajo y lo demás y recordando lo que debemos hacer mañana.

Hay quien, como el poeta, mira hacia el techo dibujando mentalmente la silueta de alguien, del ser amado en este caso, porque las sombras y las luces también pueden ayudar al respecto, y su pensamiento y la imaginación hacen el resto. Me recuerda la bonita canción de Serrat en la que dice que no hace otra cosa que pensar en ella, mirando al techo y acaba reconociendo que no le iría nada mal una mano de pintura ... eso es ya volver a la cruda realidad.

https://www.youtube.com/watch?v=7XiYsetNzcg

En el caso de la foto, la lámpara seguía en el mismo sitio y también es posible que al techo no le venga mal una manita de pintura...

Besos.