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Probablemente has jugado alguna vez al Monopoly. Lo que quizá no sepas es que el juego de mesa basado en la compraventa de inmuebles y calles tiene 100 años, pues fue creado en por Elizabeth Magie en 1903 y patentado en 1904 en Estados Unidos. Quizá las lecciones que en su momento se esperaban impartir se han perdido con el tiempo.
Quizá el Monopoly se pueda interpretar como un juego profundamente capitalista, pero esa no era la idea . Lo que realmente quería enseñar su creadora eran los peligros de la concentración de la riqueza, y celebraba las enseñanzas de por qué la pobreza acompaña al progreso económico y tecnológico y por qué las economías muestran una tendencia hacia el auge y la caída cíclicos. De la misma manera, argumentaba que los gobiernos no tenían derecho a imponer impuestos sobre el trabajo, solo a gravar la tierra. Aunque hayamos perdido el significado de los juegos de mesa, al menos seguimos jugando con ellos y quizá nos trasmitan inconscientemente las lecciones que sus creadores pretendían enseñarnos. Hay cosas que no cambiarán nunca.
(Ada Nuño)
Yo soy de las personas que he jugado mucho al Monopoly y lo que pensaba de él no me hacía reparar en los peligros de la concentración de la riqueza. Lo confieso. Es un juego en el que se dedica la gente a especular y no en el mal sentido de la palabra sino a fomentar el espíritu financiero, de inversión y de negocios. Y sobre todo al basarse en nombres de calles enseña mucho de las ciudades que allí aparecen con sus estaciones y todo, las de Mdrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, entre otras. Y especialmente enseña a saber acogerse a unas reglas que impiden la mala fe y las trampas y se fomenta la figura del líder porque es un juego de suerte pero también de estrategia, organización y astucia.
Cada jugada es una sorpresa, puedes comenzar con buen pie, comprando muchos inmuebles pero también puedes ver cómo todo se tambalea dos tiradas después, en realidad es como la vida misma.
Calles, inmuebles construidos, compra, venta y alquileres... o mejor un café para dos con la ciudad, especuladores incluidos, a tus pies.
Besos.
La verdad es que yo no tengo un espíritu lo que se dice especulador, y tampoco he jugado mucho al Monopoly (hasta el punto de que ni siquiera me acuerdo de cómo era), así que lo de invertir... como que no. De todos modos, creo que un juego no debería extrapolarse a la vida real, porque sus condicionamientos son completamente distintos.
Buena noches .
Oh el Monopoly...en mi juventud , llamado "Pale"..madre mia lo que he jugado yo a este juego.De pequeño con mis padrs haciamos verdaderos maratones ...
Empezabamos igual a las 3 de la tarde y la partido acababa al dia siguiente , lo dejabamos todo en una mesa .
A mi me gustaba mucho hacer de banco...dar y recibir dinero...
Ahora eso si ...jugar sin pensar en nada más...
Bueno pues mañana ya a las 7 de la tarde tendremos mucha mas luz...me encanta-
Un beso.
Yo jugue al Europoly con billetes de euros
saludos
buenas noches mi querida amiga, siempre es un placer verte por mi casita, el monopoly que recuerdos tan entrañables, gracias por recordarlo.
En mi casa también hemos jugado bastante al Monopoly, pero también hace muchos años que ya no lo hacemos, aunque la huella de ese uso a quedado patente en el juego porque el pobre está destrozaíto jeje
Me gustaba pero por otro lado también se me hacía algo pesado. Éso sí, yo tampoco pensaba en otra cosa que no fuera en el juego. Esa lección-enseñanza que pretendía su creadora se me hace muy profunda y para pensar en ella hay que ser un entendido en esa materia en concreto. Yo de economía, finanzas y demás, sé algo pero tampoco es que sea una experta.
Así que nosotros jugábamos y ya está. Y sí, las partidas duraban una eternidad.
También nos dio por jugar a "Hotel", ya algo más mayores, que es un juego que tiene un trasfondo bastante parecido.
mandarina1981Hace una hora
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eliocroca2Ayer a las 22:10