MULTITAREAS

Puedo atender una llamada telefónica mientras tomo notas o salir a correr mientras escucho música, y como estos ejemplos se me ocurren unos cuantos más... Y es que la multitarea parece una excelente manera de hacer varias cosas a la vez, pero hay que tener en cuenta qué cosas son esas porque estaríamos fácilmente perdiendo atención en una de ellas. A veces tratamos de comer mientras estamos atentos a la pantalla del ordenador o hacemos deporte mirando el teléfono móvil y en estos casos no estaría bien porque las investigaciones han demostrado que nuestro cerebro no es tan bueno para manejar múltiples tareas como nos gusta pensar que es. De hecho, algunos estudios sugieren que la multitarea obstaculiza la productividad al reducir la comprensión, atención y rendimiento general. Nuestro cerebro está programado para hacer secuencialmente las tareas y cada hemisferio de este se encargaría de una actividad, siendo imposible realizar una tercera sin perder el hilo de la misma.

Puede parecer que se están logrando varias cuestiones al mismo tiempo pero lo que realmente está ocurriendo es que nuestra atención pasa rápidamente de una cosa a otra. Al final, si nuestro objetivo es economizar en tiempo puede que logremos lo contrario: ralentizarlo porque no estamos con plena atención puesta. Diariamente hacemos muchas tareas al mismo tiempo como si estuviesen programadas en automático y lo cierto es que lo están generalmente y se ejecutan sin prestar casi atención. Pero la cosa cambia cuando tenemos que concentrarnos.

(Melissa González)

Siempre se ha dicho que en esto de la multitarea las mujeres estamos más dotadas que los hombres, pero no es porque un sexo sea más inteligente que el otro sino que las mujeres nos hemos sentido casi obligadas a combinar distintos trabajos a la vez no por gusto personal precisamente y estemos más acostumbradas a ello que los hombres. Yo diría que es así, pero como dice el texto depende de qué tareas para que se puedan combinar bien.

Puedo estar escribiendo esto ahora mientras  escucho música pero no mientras hablo por teléfono con alguien de algo diferente. Puedo escuchar la radio mientras cocino pero no preparar una clase que implica una mayor concentración mental. Lo que hacemos de manera automática y no necesita demasiada atención puede funcionar. Yo conozco a una señora francesa que veía la tele, leía un libro y hacía punto a la vez y la verdad es que se enteraba de todo. Pero es una excepción, la verdad sea dicha. Como si se moviera en círculos concéntricos tal y como sugiere el objeto de la foto, quizá un atril, que estaba en la Catedral de Sevilla.

Besos.