NO ESTAMOS SOLOS

Cada mañana, me levanto sola. Desayuno sola. Salgo a la calle, hay mucha gente, ríos de cuerpos que desembocan en distintas bocas de metro, pero me siento sola. Tardo casi 15 minutos en comprar mi billete de metro, porque sólo funcionan 2 de las 5 máquinas expendedoras. Avanzo entre la multitud, pero me siento sola.

Llega mi metro, efluvios descienden para dejar paso a nuevos riachuelos que ocupan los mismos lugares. Puedo sentarme, pero sigo sintiéndome sola. Y al empezar el trayecto de camino a mi solitaria oficina, imagino. Sueño que estoy en otro lugar, que no estoy sola ni me siento perdida.

Se rompe el momento, me levanto con una sonrisa tonta, saludo al señor que cada mañana baja en la misma parada que yo, me devuelve el saludo y con una sonrisa cordial se despide. Entonces pienso: quizás no esté tan sola.

(Sandra García)

Uno de los problemas sociales que podemos encontrar en la actualidad es de la soledad. Muchas personas viven solas pero no forzosamente se sienten solas y al revés, se puede alguien sentir tremendamente solo rodeado de gente. Este microrrelato cuenta la vida monótona y repetiva de una mujer sola rodeada de gente anónima que no conoce y que no la conocen, pero el desenlace es muy optimista, otra persona estaba allí y era ella quien no había reparado en su presencia. No está tan sola. Nadie estamos totalmente solos a no ser que busquemos estarlo.

Como dice esta reflexión: Nadie está realmente solo en este mundo: todo el mundo tiene su propio Dios, su dolor o su propio orgullo para hacerle compañía. Y si no, nada mejor que una cola para encontrarse con gente conocida y además de la misma franja de edad. 

Besos.